viernes, 12 de octubre de 2012

Malindi, Kenia



Malindi: 3 noches del 18 al 21 de septiembre de 2012

Sam nos recomendo ir a Malindi y Mark, el chico que conocimos en el avión nos recomendó Kilifi que estaun poco antes. Como Malindi nos parecía mas bonitodecidimos ir primero allí y luego a Lamu en vez de Kilifi y quedarnos 6 noches en total, 3 en Malindi y 3 en Lamu. El dia anterior fuimos por varios establecimientos de Mombasa que vendieran billetes a Malindi, y el mejor precio nos lo dio un hombre de un matatu por 200 chelines cada uno (2 euros aprox) hasta que caminando encontramos otro establecimiento llamado Tahmeed que en una guagua grande nos llevaba por 250 chelines (2,50€) nos enseño un poster de la guagua y tenia la misma pinta de la guagua que nos llevo de Nairobi a Mombasa. Nos comento el chico que como no tenia recibos, que nos pasaramos al dia siguiente a las 08:30 am aproximadamente para comprar los billetes. Pusimos el despertador a las 08:00 am y Ale fue corriendo a pillar los billetes, mientras Nito se quedo en la habitación recogiendo todo. Ale llego a la oficina de los billetes a las 08:25 y el hombre le dijo que habían adelantado la salida a las 09:00 am y que la hora de presentación ¡era a las 08:30 am! Ale corrió con todo lo que sus piernas le dieron y casi sin aliento le dijo a Nito que tenían que salir ya… El pobre Nito tenia todo a medias… en la tierra del “pole pole” (tranquilo tranquilo) y el “hakunamatata” (no hay problema) era una ironia el estrés por llegar a la hora ya que los billetes no eran rembolsables ni admitían cambios. Milagrosamente llegamos a las 08:45 am casi con la lengua por fuera, el hombre nos dijo que la guagua llegaba tarde por un control policial… y nos dieron las 10 y las 11, las doce y la una… como la canción de Sabina… Y no queríamos levantarnos a desayunar ya que nos daba miedo no estar allí y perder la guagua, pues como el hambre es mala consejera, Ale se levanto corriendo al super a pillar unos zumos de manzana y unas galletitas. Y menos mal porque sino hubieran sido las 4 de la tarde y nosotros sin ponerle gasolina al cuerpo. Como siempre que nos perdemos o algo no sale según lo deseado, la providencia nos regala algo, esta vez conocimos a unas maestras alemanas voluntarias en Kenya desde enero de 2012 que esperaban la misma guagua que viaMalindi, llegaba hasta Lamu, que nos recomendaron montones de cosas que hacer y que ver en Zanzibar y nos recomendaron un guesthouse en Malindi, donde ellas se habían quedado. La conversación hizo agradable la espera, intercambiamos email y CS y al rato ya llamaron para subirnos a la guagua. Cayeron un par de gotitas que tenían el cielo encapotado. ¡La guagua no se parecía ni de lejos a la del cartel!. Miriam (una de las chicas alemanas) que hablaba swahili nos comento que era “Africa’sway (la forma de hacer las cosas en Africa) y que no quedaba otra que tener paciencia.Nosotros lo tomamos con filosofía disfrutando del trayecto de Mombasa a Malindique es de unas 2 horas mas o menos, la carretera no esta mal pavimentada y se ven plantaciones y se te pierde la vista con el verde a ambos lados del camino, cientos de chozas tradicionales africanas y la gente haciendo su vida a lo largo de la carretera vendiendo tomates y otras frutas. Cuando llegamos al pueblo, las chicas alemanas nos gritaron ¡Mzungu! (¡blanquitos!) ¡El guesthouseTana esta justo detras! Que simpáticas. Ojala nos llamen cuando vayan a Tenerife algún dia, ya que les hemos ofrecido un couch en casa. (Couch= sofá. En la jerga de Coachsurfinges cuando alguien solicita quedarse en tu casa). Llegamos al Tana, la habitación selfcontained (con baño y ducha) costaba 800 chelines por noche (8€) y tratamos de regatearla a 500 y nada, la mujer no cedia. Nos fuimos a dar una vuelta a ver si encontrábamos otra cosa ya que el Tana era en planta baja y nada mas llegar vimos algunos mosquitos dentro de la habitación, que tenia ventilador, mosquitera y eran 2 camas dobles. Nada mas dar 2 pasos la gente se te acerca con un ¡Jambo! (¡hola!), y como nos vieron con las mochilas al hombro ya empezaban a ofrecernos el hotel no se que y el hotel no se cuanto y cuando le preguntabamos el precio pues nadie sabia, cuando llegábamos al hotel el hombre hablaba en swahili con el recepcionista, intuimos que le dirían que nos cobrara mas para llevarse el una comision por habernos llevado hasta allí. Puede llegar a ser un poco agobiante, pero hay que entender que la gente se busca la vida con cualquier cosa y están siempre a la caída. Imagina que lo que a los locales les cuesta 50 chelines a los mzungu (blancos) les cobran 100. A veces se siente uno como un dólar caminante, pero esto ya lo sabíamos y comprendemos que debe ser muy dura la vida en las condiciones en las que muchas de estas personas se encuentran. En Malindi el 99% de la gente nos toman por italianos y no pasan cinco minutos sin que alguien nos diga Ciao y nos ofrezca algo o nos venda algo o nos pida dinero, todo es sacar tajada. Sin embargo, el ambiente es mucho mas relajado que en Mombasa porque es un pueblo, y están mas acostumbrados al turismo. Hemos visto masmzungus en Malindi que en Nairobi y Mombasa juntos, pero tampoco abunda el turismoviandante por la calle. Creemos que prácticamente somos los únicos mzungusque comen en sus restaurantes, se bañan en sus playas y se alojan en sus hoteles, ya que la mayoría de alemanes e italianos vienen a los hoteles de categoría superior en primera línea de playa a instalarse en el hotel y muchos no saldrán de allí sino para realizar algún safari (que en swajili significa viaje).
A la final nos quedamos en un hotel llamado KenyaMpyo, con ducha y baño propio pero la puerta se cerraba con un fechillo y la cerradura estaba de adorno. Aunque no nos hemos sentido inseguros en Kenya hasta la fecha, por si acaso para dormir, poníamos una silla detrás de la puerta y un candado cuando salíamos de la habitación. No tenia ventilador, pero corria mucha brisa, no vimos ningún mosquito y tenia mosquitera, y lo mejor de todo la cama era doble, eso si a la salida había un mercado de pescado ¡con un pestazo…! Pero no olia mal el edificio, ni había visitantes indeseados y estaba aceptable, además por 500 chelines la noche (5€) no se puede pedir un fourseasons…
Una vez quitado el peso de las mochilas, el primer dia fue de reconocimiento, dimos una vuelta por el pueblo, encontramos un cyber que la verdad estaba muy bien, rápido y con ordenadores que estaban modernitos y al precio de un chelín por minuto. Encontramos un super que el hombre nos cobraba lo mismo que a un local y una panadería que tenia unos dulces de aupa. Compramos aquí un pan recién salido del horno para abrir boca y nos fuimos a comer un pollo a la barbacoa buenísimo por 300 chelines el plato (3€) con ensalada. Nosotros no comemos nunca ensalada, ni frutas peladas, ni zumos naturales, hielo, helados o alimentos con salsas aunque tengan buena pinta y se nos haga la boca agua. Y nos cepillamos los dientes con agua embotellada, y frecuentemente nos lavamos las manos con un antiséptico. Es difícil no relajarse pero sabemos que en esos principios radica la diferencia entre un estomago mas o menos bien a no poder salir de la habitación por un pardias, en el mejor de los casos. Por la noche cogimos un tuc-tuc que escaldados negociamos a 50 chelines, para tomarnos una tusker (medio litro de cerveza local) a 120 chelines la botella, había bastante gente de allí comiendo un pescadito ¡que tenia una pinta! Una brisita marina que venia desde la playa y buena música africana. Asi que decidimos que iríamos al dia siguiente a almorzar allí antes de ir a la playa.
Nos levantamos tarde y fuimos en búsqueda del mar, la costa de Malindi es bellísima, cuando la marea esta baja que es antes de las 3 de la tarde, puedes ver a lo lejos y entrado en el territorio que por la tarde le pertenece a mar, como el generoso océano indico le presta unas horas el terreno a la gente de Malindi para pescar en el arrecife. Se puede caminar algunos kilómetros por toda la costa con arenas doradas. Y cuando decimos doradas, es literal, pasas la mano por la suavisima arena y se te queda dorada con trazas de escarcha que parece de oro, es impresionante, nunca habíamos visto una arena asi. El agua esta increíble y el sol pica bastante aunque casi no se nota por la brisa, por lo que es muy fácil quemarse. Nito cogio un cangrejo con unos niñosy caminamos al lado de la cruz de Vasco de Gama que estuvo por aquí cuando los portugueses navegaban por el mundo, paseamos por la playa en la cual Karen Blixen (la de Memorias de Africa) almorzó una vez y entendimos porque Hemingway pescaba por estas tierras y porque Flavio Vriatore, el dueño de la casa Renault de F1 tiene una casa aquí.Despues de la larga caminata fuimos a comer en el restaurante de la noche anterior, y la verdad que ya no parecía ni por asomo el mismo, ya se sabe el dicho: todos los gatos son pardos de noche. La noche anterior la chica que nos atendio nos dijo que servían pescado con pilau (arroz con especies) a 400 chelines (4€), pero nos atendio otra chica igual de simpática. Había un no se que en el ambiente que no nos daba demasiada confianza, sobretodo cuando Ale fue al baño y sale una chica y le pregunta que que quería con un tono un poco raro y el hombre de la cocina andaba con un misterio… Unos cuarenta minutos mas tarde (a pesar de que eramos los únicos clientes) la camarera se disculpa y nos dice que no hay arroz, un poco incomodos, le decimos que vale, que no pasa nada, que saque el pescado solo. Mmmm llego el pescadito (y cuando decimos pescadito es porque mas que pescado parecía sardina) no se parecía en nada a los pescados que vimos la noche anterior. Nos dijimos que como tenían  buena pinta, asi que pedimos otros 2 minipescados, y la verdad es que estaban buenísimos, lo comimos con un gustazo, cuando al rato nos traen 2 rodajas de pescado ¡aun mas pequeñas!. Ale le dice ya un poco enfadada, (ya ves que con esta chica y la comida no se juega) porque ya parecía que se estaban cachondeando de nosotros. Pues la Ale, siempre tan educadita ella, ni corta niperezoza le pregunto a la camarera que si pensaba que eramosidiotas. Que esto no estaba bien, y que por favor nos trajera la cuenta, que ya no volveríamos mas por allí. La chica admitio que no estaba bien, se disculpo, la verdad es que la pobre estaba toda apurada, nos trajo la cuenta y con el estomago picado nos fuimos a la playa a darnos un bañito y coger un poco de sol. Ya al caer la tarde, mirar los email y planear un poco el dia siguiente.

El ultimodia  fue el mejor de todos los días que estuvimos en Malindi. Nos levantamos temprano (ejem mas o menos temprano) y cogimos un tuc-tuc negociado por 100 chelines (1€) hacia Casuarina Point que esta a unos 5 kms de Malindi, donde esta la reserva marina.  Apenas llegamos nos llevamos una sorpresita, solo por entrar al parque son 15 dolares por persona, y si quieres ver algo de vida marina es imprescincible coger un barco. Los cuidadores del parque muy amables nos explicaron un poco de que iba la cosa. Hablaban de un total de 80€ para pasar un dia en la playa, vamos que se les va la pinza, Le preguntamos (a fin de ver si merecia la pena) si podíamos llegar hasta la playa con la finalidad de negociar un barco, ya que los capitanes se veian al fondo. Nos dijeron que en la playa podíamos estar gratis. Asi que eso fue lo que hicimos. Enseguida, empezaron todos ellos a ofrecernos collares de conchas marinas (que es ilegal sacarlas de Kenya) y un barco, hasta que llego un hombre mayor que parecía el que manejaba todo el cotarro por la manera que les mandaba. Empezaron como si fuera el chollo del siglo con 5000 chelines por 2 horas (50€) y como decidimos que no íbamos a pagar esa cantidad de dinero (ridícula para hacer snorkel un par de horas) pasamos del hombre y empezamos a recorrer toda la costa, que es bellísima. A los 10 minutos el hombre se acerca y nos dice que va a bajar el precio. Le decimos que todavía era caro y seguimos nuestro camino. Pues el hombre sigue insistiendo y acabo ofreciéndonos el mismo viaje por 4000 chelines (40€) incluida la entrada al parque.Le dijimos que lo pensaríamos 5 minutos y encontramos una playita guapísima y a la final dijimos que por 20€por persona si valia la pena, sobretodo porque se podía ver el pez escorpión, Pasamos un dia chulísimo en un mar azul impresionante, caminando por corales muertos por un tsunami pero que aun conservan vestigios de vida por todas partes, cangrejos, erizos, peces pequeños, estrellas de mar… y luego en el mar: el pez escorpión (había que escuchar los grititos de Ale Niiii corre esta aquiiii el pez que tu querias ver!!! cuando lo encontró, aunque luego de 4 fotos solo salio bien una). Despues fuimos caminando de regreso al pueblo por la orilla, hasta que el monumento a Vasco de Gama nos supuso un impedimento. La verdad es que se les va el baifo del todo. Pretendian cobrarnos 500 chelines a cada uno nada mas por pasar de un lado al otro de la orilla con el cuento de monumento nacional, cuando el dia antes con la marea baja hasta le sacamos foto… en fin… sin comentarios… Somosmzungus (blanquitos) ya sabemos que pagamos mas que los locales… pero ya esto nos parecio un poco fuerte. Nada, dimos media vuelta, cogimos un tuc-tuc de vuelta al hotel y a cenar en un restaurante local que nos recomendó el chico del cyber café:Simba dishes, la mejor comida en todos los días que estamos en Africa: un pollito a la barbacoa, un pilau (arroz con especies)… hasta los refrescos sabían mejor! Cerramos con broche de oro… Malindi es sencillamente espectacular!!! 

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