domingo, 28 de octubre de 2012

Safari en Maasai Mara, Kenya

3 dias y 2 noches: del 9 al 11 de octubre de 2012

Llegamos a Nairobi, preguntandonos si habiamos tomado la desición correcta. Tres parques en Tanzania contra uno en Kenia, 310 dolares por persona contra la incertidumbre total, haber encontrado una agencia de safaris seria contra vete tu a saber cual. Aparentemente no parecía la mejor de las ideas. Temíamos no encontrar el precio que buscábamos, aunque en el fondo siempre contamos con ese optimismo que suele tener el que confía en la Providencia, y es que todo siempre sale como tiene que salir. Siguiendo siempre un consejo que una mujer sabia nos dió una vez : "si no salen las cosas como deseamos es porque no convenía". Nos despedimos de Tanzania con un pelín de tristeza ya que llegaba prácticamente a término nuestra estancia en Africa. Reservamos el traslado Moshi-Arusha-Nairobi con Riverside por 60.000 chelines (30 euros) un shuttle que tiene 2 salidas diarias y que tiene dos grandes ventajas por el mismo precio. Te recoje en el hotel de Moshi o Arusha temprano y te deja en tu hotel de Nairobi de dia (llegar de noche a Nairobi no creemos que apetezca a nadie sobretodo sin reserva de hotel). El trayecto fue tranquilo, de unas 7 horas aproximadamente. Comimos nuestra primera pizza en casi un mes y nos turnamos para buscar alojamiento para esa noche. Encontramos un hotel muy barato en la avenida Tom Mboya, muy centrico y nos levantamos pronto con la idea firme de encontrar nuestro safari. Caminamos unos metros cuando nos abordo un chico, Jhonny, nos llevo a una agencia cercana. El precio no nos convencio asi que como Johnny intuia que nos perdia, nos llevo a otra agencia. Kairi Tours en plena avenida Kennyatta, una de las principales arterias de la ciudad con vistas modernas, bastante mas limpia que las otras calles y avenidas, hoteles caros y una decena de bancos. Nos atendio Charles, nos parecio un hombre serio y nos inspiro confianza sobretodo porque cuando preguntabamos lo que podiamos ver todos nos aseguraban los big five (cinco grandes: bufalo, elefante, leon, leopardo y rinoceronte) menos Charles que fue el unico que nos hablo con la verdad, los porcentajes de avistamiento eran del 100% para todos salvo del leopardo con un 30% y rinocerontes que al haber 40 en todo una reserva natural de 1500 kilometros cuadrados las posibilidades de encontrar uno era de un 10%. Despues de regatear un rato, conseguimos por 300 dolares por persona, 2 noches en un backpacker centrico en Nairobi, 1 game drive al atardecer, un game drive de dia completo y el ultimo dia uno al amanecer  (en la jerga del safari significa buscar los animales conduciendo), pension completa, 5 litros de agua, traslados y 2 noches en un campamento nuevo. Diversion asegurada.

Nos levantamos restregandonos los ojos de incredulidad... ibamos a cumplir un suenyo dentro de otro suenyo! Hacer un safari en Africa! Nos recogieron pronto para dirigirnos a Narok a almorzar, luego dejar las mochilas en el campamento y refrescarnos cinco minutos antes de empezar nuestra busqueda animal. Lo interesante de realizar un gamedrive al atardecer es que los depredadores estan mas activos a esta hora y tambien al amanecer. Habian transcurrido unos quince minutos cuando recibimos un aviso por la radio. Onesmes, nuestro chofer masai, acelero, ya sentiamos la adrenalina en nuestras venas preguntandonos que sera que sera... cuando lo vimos no lo podiamos creer: UN LEOPARDO... caminaba con tranquilidad entre los arbustos. Con elegante paso ignoraba una decena de 4X4 , clicks de camaras y el revuelo a su alrededor. Que manera de comenzar nuestro safari... vaya una bienvenida!



Luego vimos miles de zebras, ñues, pajaros de brillantes colores, topis, gacelas grant y gacelas Thompson, algunos facóqueros y una graciosa familia de zurigatas, impalas, buitres, águilas y babuinos. Una llamada de radio nos hace cambiar de dirección, se trataba de un elefante macho. Apenas nos vio llegar, aligero el paso y se nos puso delante del jeep, abrió las orejas y emitio un balido señal de advertencia. Retrocedimos unos metros ya que nos hizo entender que estábamos demasiado cerca invadiendo su espacio. ¡El primer dia estaba servido!

En el segundo game drive vimos también todos los anteriores, aunque esta vez estaban como mas juntos, ya que había en ese momento en la reserva un millón y medio de animales. En las verdes praderas se nos perdia la vista y advertiamos miles de bultitos a lo lejos, pero no eran bultitos.. era la vida abriendose camino y comenzando algunos de ellos la migración hacia el Serengueti en Tanzania. Tambien divisamos a lo lejos unostimidosElant, y en el rio Mara una veintena de hipopótamos y un par dejirafas y cocodrilos. Otra llamada de radio pone en alerta nuestros sentidos, tiene que ser algo guapo porque Onesmes acelera nuevamente, en dirección al rio vemos cientos de ñues bajando una pendiente… ¡estan cruzando el rio Mara! Esto es un evento único y difícil de ver. Normalmente comienzan la migración a finales de octubre y durante todo el mes de noviembre, luego están unos meses en Tanzania, para luego trasladarse al Mara. En un continuo ir y venir, leones y cocodrilos se dan un festin de ñues y cebras. Un espectáculo de la naturaleza mas cruda y salvaje. Ale mira a Nito con ojos llorosos de emoción. Este segundo dia iba aun por la mitad y mas sorpresas nos esperaban. Onesmes nos dice que si veíamos un jeep verde le avisaramos. Divisamos al fondo el vehiculo de los guardas de la reserva. Cuando llegamos a su lado, todos saludan a Onesmes, Johnny, nuestro guía nos dice que Onesmes es famoso. Ya entendemos porque todos lo saludan, conoce a todos los guardas, tanto asi que fuimos a una parte de la reserva que esta prohibida. Una zona donde una británica desapareciotragicamente en los años noventa. La investigación aun esta abierta. Todos sacan sus binoculares, bajando la voz nos indican que ¡hay dos rinocerontes escondidos entre los matorrales! No lo podemos creer..primero un leopardo y ahora dos rinos… pero por mas que intentamos no vimos nada.. era una frustración enorme buscar y buscar, tenerlos allí y no poderlos ver… con una sensación casi desesperada, aceptamos que debíamos marcharnos y seguir nuestra búsqueda. El silencio se hizo unos minutos y los guias estaban un poco tristes porque no pudimos verlos a pesar de que nos decían allí, allí, nuestros occidentales ojos no están acostumbrados a divisar los animales inteligentemente camuflados en la sabana. Como hay que seguir, nos queda la esperanza de admirar a los leones, el ultimo de los cinco grandes que nos queda por ver. En el camino divisamos al fondo un guepardo, pero como estaba lejos no pudimos tomarle ninguna foto. Andamos un cuarto de hora. Simba escuchamos en la radio: 2 leonas con varias crias descansaban a la sombra. Nos impresiono la cara de una de las crias, seria con mirada cazadora, caminaba y ondeaba su moteado como posando para nosotros. Una verdadera maravilla. Almorzamos en un claro, descansamos unos minutos y seguimos nuestro safari. Cada vez que suena la radio nuestro corazon da un vuelco. Y vaya un vuelco que nos dio esta vez: Otro rinoceronte! nuestra alegria es impresionante, el esta alli, un macho adulto rinoceronte negro nos mira nervioso, enfadado no sabe que direccion tomar. Pasa a 10 metros de nosotros trotando a paso ligero. Fotos y mas fotos. Satisfechos ya casi era el final de la tarde. Fuimos a nuestra caseta a ducharnos y cenar. Un dia inolvidable.







El ultimo dia comenzo muy temprano, a las cinco y media de la madrugada, nos dirigimos una vez mas en nuestra busqueda. Paso muy pronto este gamedrive porque eran solo un par de horas, vimos de nuevo los regulares: miles de cebras y nues, gacelas, jirafas, avestruces y una gran familia de elefantes que se desplaza con varias crias. Nos sorprende como casi todas las especies tienen crias. Nos parece estar viviendo en primera persona un documental de la 2. Sobretodo cuando vimos un punto amarillo. Era un guepardo hembra, por fin pudimos desquitarnos y tomar todas las fotos que quisimos, ella modelaba para nosotros con elegancia, se sentaba, se acostaba, se revolcaba en la tierra, casi parecia un docil gatito. Hasta que de pronto, los ojos del animal se posan en unas gacelas a lo lejos. Los pelos de su espalda se erizan, empieza a correr. Admirabamos como el animal mas rapido sobre la faz de la tierra practicamente volaba en direccion de su presa. A unos metros de su victima, se escondio entre unos arbustos. En cualquier momento esperabamos ver la caza de su desayuno, pero no pudo ser porque el tiempo pasaba y alli agazapada ella se podia quedar esperando el momento perfecto. 

Sin embargo no nos fuimos tristes porque llegaba el final del safari, el final de Africa, tampoco estabamos desconsolados porque no vimos un leon macho adulto ni hienas. Pero vimos los 5 grandes y mas que eso vimos en vivo y directo la gran migracion. 

Nos despedimos de Africa con un nudo en la garganta. Tierra maravillosa que se te mete en el corazon. Naturaleza en todo su esplendor.













viernes, 12 de octubre de 2012

Moshi, Tanzania

Moshi: 3 noches del 04 al 07/10/12.
Cuando planeamos nuestro itinerario por Tanzania, pensamos en la posibilidad de visitar el Ngorongoro por 1 dia, pero después de visitar varias oficinas de safaris y hablando con la gente que ha visitado Tanzania, todos nos dijeron que no era posible ya que el trayecto desde Arusha son unas 4 horas a la ida y otras 4 a la vuelta. Ademas que lo unico que estas oficinas nos ofrecieron fue 2 noches visitando el Ngorongoro, Tarangire y Manyara por 400dolares cada uno en un camping. Demasiado caro tomando en cuenta que en Zanzibar decidimos que iríamos a Masai Mara a la vuelta de Tanzania, arreglándolo todo en Nairobi, ya que nuestro siguiente vuelo con destino Tailandia saldría desde allí.
Entonces visitar Arusha (ciudad base para cualquier safari en Tanzania) era absurdo porque aparentemente la ciudad no tenia mayor atractivo aparte de salida a los diferentes parques de Tanzania. Finalmente decidimos estar menos días en Tanzania para ir a Masai Mara con lo que nos quedaba Moshi de la cual habíamos escuchado buenos comentarios.
Moshi es a nuestro modo de ver una ciudad mas interesante que Arusha. Aparte de que también puedes contratar safaris desde allí (esta ubicada a una hora de Arusha) se pueden contratar otras excursiones muy interesantes como subida al Kilimanjaro y visitar cascadas. La temperatura es bastante mas fresca que en otros sitios y la carretera nos muestra mucho mas verdor que en otros sitios.
La guagua de Dar Express era comoda, aunque se suponía que el trayecto duraría en total unas 7 horas, nosotros tardamos casi 12 ya que la guagua estaba estropeada y tuvimos que cambiar de guagua a la mitad del recorrido. Lo que nos preocupaba era llegar de noche para buscar alojamiento, y bueno, asi fue. Despues de dar algunas vueltas en noche cerrada, de ser ayudados por unos policías que nos llevaron escoltados hasta un hotel, de coger un taxi, de recibir consejos de chicos que te venden safaris y preguntar en unos 8 establecimientos que estaban todos al completo. Finalmente escogimos el hotel Buffalo por 25000 chelines (12,50€) desayuno incluido. Muy limpio, bien ubicado. El desayuno un poco pobre pero en vez de cambiarnos a otro hotel por 5000 chelines menos, nos quedamos allí un total de 3 noches porquedormimos como los reyes.La ciudad es bastante tranquila, a lo lejos se aprecian las montañas aunque el Kilimanjaro no se veía por las nubes bajas que lo rodeaban y la gente nos parecio bastante amable, simpática y tranquila. Aunque según lo que nos comentaron los policías, es mejor no confiarse de noche y es mejor quedarse cerca del centro, porque aparentemente en las afueras no es demasiado seguro.
El segundo dia fue para descansar un poco, hacer la colada y buscar una excursión a las cascadas. Hay 2 excursiones de cascadas, la primera es Materoni que es donde llevan a todos los mzungus (blancos) y la segunda (la que nos recomendó Miriam, la maestra alemana que conocimos en Mombasa) es Marangu. Finalmente conseguimos que de la agencia de viajes nos bajaran el precio a 25 dolares por persona para visitar Marangu, que es el mismo precio que originalmente nos ofrecieron por  Materoni, y menos mal que regateamos ydecidimos ir a marangu, ya que este pueblo tiene la catarata mas alta y para llegar a ella se hace un pateo por pueblos típicos tanzanos de unas 2 horas.Al principio pensamos que era demasiado pagar por patear hasta una catarata, pero después nos alegramos porque hubiera sido absolutamente imposible hacerlo nosotros sin guía, ya que no había un sendero, ni señales y la mayoría de la gente que encontramos por el camino solo hablaba swahili.
Caminando por estos pueblos pudimos sentir la verdadera esencia tanzana. Gente amable de amplias sonrisas fue lo que encontramos por el camino. Nuestro guía nos llevo a tomar cerveza de platano (no nos gusto el sabor que se nos antojo un poco a tabaco y tenia muchos grumos y se debe tomar soplando en una esquina) Sin embargo nos encanto el vino de platano. Tenia un sabor mas suave que el vino de la uva y lo sirven en botellas de cerveza. Como no habíamos comido, los 10 grados de alcohol se nos subieron un poco a la cabeza por lo que en el sendero no se escuchaban mas que nuestras risas y los berridos de las cabras.
Antes de llegar a la catarata fuimos a la puerta del Kilimanjaro, vimos 2 clases de porteadores. Los que estaban muy limpitos y sonrientes y los que estaban llenos de tierra y con caras largas.Lo que es lógico porque a pesar que el ascenso por Marangu a los casi 6000 helados metros del pico Uhuru es el mas corto,serian unos 5 ó 6 dias (y unos 1000 dolares por cabeza) cargando 18 kilos en los hombros no es precisamente un trabajo para estar alegres.
La temperatura en Marangu nos recuerda que estamos sobre los 2000 metros de altitud, las planicies son muy verdes, hay grandes cantidades de vegetación endémica y el verde lo cubre todo por donde quiera que miramos. El sol iluminaba nuestras caras sonrientes ya que a cada paso disfrutábamos del olor de la naturaleza salvaje y abrupta, los riachuelos dejaban un sonido relajante en nuestros oídos y los niños a nuestro paso gritaban Jambo! Chocolate!
Justo al lado de la catarata, hay unas cuevas en las cuales los Chaggas (una de las 120 tribus tanzanas) se escondían de los Masai, porque en tiempos pasados no había tanta paz como ahora.La tierra era motivo de trifulcas y guerras entre tribus.La catarata de Marangu podría medir fácilmente unos 40 metros y en la cima hay una escultura de una mujer que mira hacia abajo, como si cuidara de sus hijos que se bañan en las gélidas aguas.Eramos los únicos mzungus(blancos) y los locales se tomaban fotos con nosotros como si la atracción turística fueramos nosotros.
De vuelta al poblado, paramos en un restaurante y después en una pequeña casa donde preparaban un café del tipo arabica cuyos sembradíos rodeaban la meseta. De la tierra directo hasta nuestro paladar. Todo un sabor de lujo en las alturas.
Llegamos de vuelta a Moshi al atardecer, justo para ser puestos entre la espada y la pared. George, uno delos chicos de la agencia de viajes que nos organizo la excursión a Marangu vino a tentarnos con una bajada de precio del safari por Ngorongoro. Nos ofrecio 310 dolares por los 3 parques en 3 dias. Nos miramos con grandes dudas en la cabeza. El precio estaba muy bien, pero vacilamos ya que no estábamos seguros de que la época fuera buena para hacer un safari por Ngorongoro. Despues de pensarlo detenidamente, decidimos que compraríamos los billetes de Moshi a Nairobi para marcharnos al dia siguiente, ya que los animales están en Kenya en este periodo del año.
Viajamos con Riverside, una empresa que te recoge en tu hotel de Moshi o Arusha y te deja en tu hotel de Nairobi, además que salía a primera hora de la mañana, los que nos daría la oportunidad de mirar con detenimiento el mejor precio para la estancia de 2 noches que nos quedaba en Nairobi mientras encontrábamos el mejor precio posible para Maasai Mara.

Zanzibar





Dar es Salaam: 2 noches de transito hacia-desde Zanzibar, la noche del 26 de septiembre de 2012 y la noche del 03/10/12

Pasar la frontera pareciera un poco lioso, pero no es difícil. Le habíamos dicho al chico que revisaba los billetes y los pasaportes en Mombasa que tramitaríamos los visados “at the border” (en la frontera). Primero llegamos a una oficina de aduanas keniata para sellar la salida, rellenamos un impreso y nos tomaron una foto digital y nuestras huellas digitales también. Luego subimos a la guagua que anduvo un trecho de un kilometro aproximadamente y llegamos a la frontera con Tanzania, bajamos todos e hicimos una fila. Como teníamos que tramitar visado, fuimos a otra oficina, pagamos 50 dolares americanos cada uno y nos pusieron un sello de entrada valida por 3 meses. Ignoramos a los hombres que cambian dinero en la frontera y menos mal porque había un letrero que decía prohibido hacer cambio de dinero. Nos miramos diciendo: ¡El tercer país!, Contentos subimos a la guagua mirándolo todo aunque para decir la verdad no vimos mayor diferencia entre un país y otro.Llegamos a Dar es Salaam, la capital de Tanzania a las 4 pm es decir que perdimos el ultimo ferry que salía a Zanzibar a las 3:30 pm. Una chica, Sue nunca supimos de que nacionalidad, pero hablaba swahili y por la forma de vestir era musulmana, nos dijo que ella también iba a Zanzibar y nos ofrecio compartir un taxi y buscar alojamiento juntos, también nos ofrecio que su hermana reservara los billetes de ferry para nosotros. Buscamos entre 3 hoteles el mejor precio, y nos parecían todos carísimos comparado con Kenya, 35000 chelines (unos 18€). Luego encontramos uno en Kariakoo que se llama Pearl con aire acondicionado, cama doble, y baño por 25000 chelines tanzanos.
El cambio en Tanzania: estábamos un poco liados ya que teniamos entendido que en muchos hoteles cobran a los extranjeros en dólares. Teníamos algunos dólares para los visados de Asia, por lo que decidimos sacar 50000 chelines (Unos 25€) mientras nos orientábamos y nos enterábamos de los precios y de como era la movida de la moneda), Le pagamos al taxista 2000 chelines (1€) aunque nos pedia 5000. Sue se quedo en el Pearl porque tenia aire acondicionado y debía darle de comer a su niña (una preciosidad de unos 2 años con unos ojos grandes y negros) y nos ofrecio que dejaramos las mochilas en su habitación mientras conseguíamos algo mas barato. Cruzando la calle había otro hotel, Manyangwe. El precio un pelin mas caro que en Kenya, 15000 chelines (unos 9€) con baño (que chorreaba agua por todas partes y no le funcionaban las cañerías porque el agua se quedaba allí a vivir para siempre), una cama doble (con un colchón que tenia mas años que matusalen) y ¡en un sexto piso! No encontramos otra cosa, y como teníamos hambre ya que solo llevábamos en el estomago unas galletas y agua, nos quedamos allí. Desde que estamos fuera es el peor hotel donde nos hemos quedado, pero por una noche no pasa nada. Comimos en el bar que estaba en la planta baja del hotel, no sabemos si era el hambre o que estábamos cansadísimos después de casi 24 hrs viajando pero estaba todo buenísimo: Comimos arroz con judías, mchicha (espinacas con especias) y estofado de una carne suavísima. Por 5000 chelines los dos (2,50€) y es por eso por lo que no sabemos ¡de que era la carne!, Un agua grande 1500 chelines (0,75€) y una coca cola 700 chelines (0,35€). Fuimos a dar una vuelta de reconocimiento ya que nos hemos dado cuenta de que todo lo que necesitamos (cajero, supermercado, ciber café) suele estar cerca, Encontramos un cyber por 1000 chelines una hora (0,50€) y llamamos a Sue para quedar con ella para coger el ferry. Revisamos los email y nos dimos una buena ducha, ya que estábamos llenísimos de tierra (casi igual de sucios que nuestras mochilas) con la mierda incrustada en la piel y hasta debajo de las uñas. ¡Ya pareciamos unos verdaderos mochileros!. El agua estaba fresquita asi que pusimos el mosquitero, nos tomamos nuestras pastillitas antimalaria y ¡a dormir se ha dicho!
Nos levantamos a las 09:00 am, dejamos nuestras mochilas en recepción y fuimos a cambiar los chelines de Kenya que nos quedaron y por si acaso, comprar algunos dólares. Cogimos un taxi por 4000 chelines (2€) hasta Azam Marine para comprar los billetes a Zanzibar (en clase turista 35 dolares por persona y trayecto). En la oficina había aire acondicionado y comida gratis asi que esperamos allí hasta la salida del ferry.
La segunda noche en Dar es Salaam, fue después de coger el ferry desde Stonetown (Zanzibar) con la intención de buscar Dar Express (una compañía de guaguas que según los comentarios de internet estaba bien de precios y las guaguas eran bastante comodas)para viajar a Moshi, nuestra siguiente parada. Llegamos a Dar a las 17:30 ya casi cayendo el sol, nos despedimos de Sonia y Alex que fueron a buscar el YMCA ya que regresaban a Malaga en 2 dias. Unos pasos mas adelante enseguida empezaron los taxistas a mentirnos hasta el punto de decirnos que las oficinas de Dar Express estaban cerradas y que era mejor irnos a un hotel que nos recomendaba el taxista (como si fueramos imbéciles).Mientras buscábamos un taxi que nos cobrara 2000 chelines(1€) que nos llevara para reservar la guagua de Dar a Moshi, íbamos preguntando sobretodo a mujeres y a gente que esta dentro de las tiendas, aprendimos la lección de no preguntarle a los hombres por la calle porque te persiguen para venderte algo o en el mejor de los casos te llevan a cambio de una “comisión”. Estabamos preguntando por una de aquellas calles cuando una chica dentro de un coche nos dijo que estábamos cerca de la oficina de Dar Express (que estaba a un kilometro aproximadamente de la estación de ferry de Azam Marine), pero como muchas de las calles no están señalizadas era un poco difícil situarse. Nos perdimos un poco y enseguida encontramos a otra mujer que le dijo a su chofer que nos llevara a la oficina de Dar Express (un hombre muy simpático que se llama Shila). Alli compramos los billetes (unos 28000 chelines cada uno que vienen a ser unos 14€). En la oficina de Dar Express, estaban una monja y otra mujer que, como era de noche, nos recomendaron que cogiéramos un taxi por 10000 chelines (5€) y fueramos a la Parroquia de ellas que estaba a una media hora de allí ya que hay un hostal, ellas no nos recomendaban quedarnos en Ubungo (la estación de guaguas de Dar) porque además de peligroso, hay 4 o 5 hoteles pero aparentemente eran muy caros.  En fin que como estábamos cansados, hambrientos y un poco agobiados decidimos seguir a la mujer que nos acompaño hasta la recepción. La gracia nos salio un poco cara, comparada con la primera noche en Dar: El taxi al hostal de la Parroquia 10000 chelines, la noche en el hostal 44000 chelines y el taxi del hostal a Ubungo 20000 chelines= 64000 chelines (32€) contra los 17000 (8,50€) de la primera noche por dormir en un hostal que estaba en el quinto pino, eso si había bastante seguridad y la habitación estaba impecable. De Dar no vimos nada, aparte de lo apreciado en el camino entre las estaciones y los hoteles y la vista que desde el ferry se veía bastante bonito un paseo marítimo y 2 torres que aparecen en los billetes de 10000 chelines.Teníamos bastante claro que la estancia alli era mas bien para conectar hacia-desde Zanzibar.  Pero lo suficiente para darnos cuenta que desde aquellos años de principios del siglo 19 hasta ahora, del pequeño pueblo de pescadores que fue Dar es Salaam cuando lo fundaron, prácticamente quedaba muy poco, salvo la vista de los dhow que imaginamos en aquellos años también debieron surcar esas aguas. Sin embargo hoy es la ciudad  mas grande de Tanzania y uno de los puertos mas importantes de Africa Oriental. Aunque nosotros no viéramos mucho de interés aparte del trafico y calles polvorientas, suponemos que la ciudad tendría puntos de interés (los americanos con los que compartimos el dhow en Lamu nos dijeron que encontraron los mercadillos de especias de la ciudad bastante encantadores)
 

Zanzibar: 6 noches del 27 al 2 de octubre de 2012 

El cielo estaba encapotado, cayeron unas gotitas y había mucha gente pero el ferry era bastante comodo y moderno. Llegamos en una hora y media a Stonetown, la capital de la isla. Despues de recoger nuestras mochilas pasamos por un control de aduanas y como ya teníamos el visado fue bastante rápido. Justo al lado de la estación de ferry hay un bar restaurante, se llama Mercury’s Bar (en honor a Freddy Mercury, el cantante de Queen que nacio en Zanzibar) Tenia wifi gratis asi quepedimos algo de beber y nos turnamos para buscar alojamiento. Ya sabíamos que te siguen unos pesados para “ayudarte” a buscar alojamiento a cambio de una comisión. Como la mayoría de los turistas no hablan kiswahili, negocian con el recepcionista para ellos llevarse su tajada. Son bastante insistentes, es muy difícil quitárselos de encima y aunque te canses de decirles que no te interesa y los ignores, te persiguen por todas partes.Quitárselos de encima puede suponer un ahorro de entre 5 y 10 dolares por noche. El tema de la moneda en Zanzibar es bastante importante, como en toda Tanzania la oficial es el chelín tanzano, que viene a ser al cambio de septiembre de 2012, unos 2000 chelines por euro. Pues resulta ser que en en los hoteles de Zanzibar te cobran en dólares, con el cuento de impuestos que tienen que pagar. Asi que es mejor cambiar algunos euros en dólares (para el hotel) y en shilings (chelines) para las demás gastos, porque si quieres pagar en dólares lo ponen al cambio que a ellos les parece, otra cosa a tomar en cuenta es que al finalizar el viaje es mejor gastar todos los chelines tanzanos ya que luego no te los cambian en otro pais. Stonetown, la capital de Zanzibar nos recordó un poco a Lamu, con cientos de laberínticas calles peatonales llenas de tiendas, es muy bonito. Hay un par de bancos y bastantes casas de cambio (pero en estas ultimas el cambio es mejor) Despues de varias vueltas, encontramos un hotelito sencillo que se llamaba Malindi Lodge por 35000 chelines (18€). Dando vueltas por la ciudad conocimos a 2 inglesas, Emily y Annie, que estuvieron en Malawi unas 6 semanas y se tardaron unos 3 dias en tren, matatus y ferry para llegar a Zanzibar atravesando prácticamente toda Tanzania. Nos recomendaron un mercado nocturno de comida donde puedes encontrar prácticamente de todo lo que te puede ofrecer el mar en un pincho: pescado, tiburón, atun, calamares, pulpo, langosta y también otras cosas como samosas, chawarma, falafel, kebab y la pizza de Zanzibar (que no tiene nada que ver con la pizza italiana). Los precios vienen a estar entre 3000 chelines (1,50€) y 8000 chelines (4€) por pieza, depende si es pescado o langosta. Esta bastante bien, es original pero es un sitio para mzungus (blanquitos).
Al dia siguiente quedamos a las 09:00 am con Emily y Annie para coger una excursión a Prison Island, una isla que tiene unas tortugas de tierra gigantes. La isla tiene un restaurante, un pequeño hotel y servicios. La playa es impresionante, de un azul intenso. Fotos y mas fotos. Dondequiera que miramos parece haber una foto digna de un folleto vacacional. Hay que pagar en recepción 4 dolares para entrar y el barco (cuyo trayecto es de unos veinte minutos) costó para los 4, unos 50000 chelines (25€) Normalmente la excursión suele durar hasta las 4 pm y se puede hacer snorkel pero como las chicas tenían que coger el ferry y nosotros queríamos coger el dala dala a Jambiani (al este de Zanzibar) a las 12 ya estábamos en Stonetown. Recogimos las mochilas que dejamos en recepción y fuimos a la estación de dala dalas que van al este. Caminar con mochilas o maletas en Stonetown, es vamos a llamarlo, como sangrar en un mar de tiburones, te siguen con la intención de “ayudarte” aunque les digas que no, son agresivos y peleones. No nos llevamos una buena impresión de la gente de Stonetown, la ayuda que te ofrecen tiene precio, todos quieren sacar tajada porque piensan que todos los mzungus son ricos, se cabronean entre si y son mentirosos y trapichosos. Y si no consiguen lo que quieren, intentaran robarte. Asi que cuidado con tus pertenencias, no se puede dejar nada de valor en la habitación.A nosotros no nos robaron, pero no fue por no intentarlo precisamente.
Cogimos un dala dala por 3000 chelines cada uno (1,50€) después de un rato acalorado de negociar precios. Una hora mas tarde llegamos a una playa inmensa con kilómetros de cocoteros y varios hoteles a lo largo. Las casas de los locales están unos metros mas atrás, están hechas de coral blanco y techos de hojas de palmera seca y son bastante humildes, pero le confieren al pueblo bastante caracter. No hay carreteras asfaltadas, todo el pueblo es arena. Nosotros pagamos 3 noches en el primer hotel construido en Jambiani hace unos 30 años por 144000 chelines (a razón de 24€ la noche). Vistas al océano indico, acceso directo a la playa y un porche donde pasamos las tardes. Mas tarde, conocimos a una escocesa, un francés y un americano que nos recomendaron un chiringuito en la playa que tenia buena comida y barata, aunque las raciones eran un poco pequeñas, comimos calamares y pulpo con arroz por 6000 chelines cada uno (3€).
En Jambiani no hicimos NADA… ¡que bien, necesitábamos unos días de nada después de tantos kilómetros! El segundo dia fuimos a comer a casa de Hassan, un hombre que tiene un letrero en la playa que reza algo asi como “vas a comer hasta que digas: Hassan no me mates con comida” Nos hizo gracia el cartel asi que fuimos a ver si Hassan nos asesinaba con comida. Comimos dentro de su casa y nos conto algunas cosas de Jambiani, como por ejemplo que los dala dala pasan cada hora y que todos los pueblos con excepcion de Stonetown se turnan un par de horas a la semana sin electricidad. A nosotros nos toco el apagon acabando de cenar (comimos un pescado blanco local que se llama chunguu con una salsa de coco curry y otra con salsa masala con muchas especias y arroz por 16000 chelines los 2 -8€- estaba buenísimo y la verdad era bastante comida). Nos fuimos al hotel, con el corazón contento (por aquello de: barriguita llena…) caminando por la playa. En el cielo había una luna llena inmensa, que brillaba en la blanquísima arena como trocitos de cristales.La noche estaba espectacular, nos sentamos en el porche de nuestro bungalow a coger el fresco, y al ratito volvió la luz, sin embargo nosotros la dejamos apagada porque se estaba tan bien con el sonido de la brisa marina moviendo las hojas de los cocoteros…
La segunda noche llovio mucho y aprovechamos para decidir si merecia la pena ir a Aroa, la playa mas popular de la isla. En cambio decidimos ir a Nongwei (al norte) y asi ver distintas zonas de Zanzíbar. Pensamos que al despertar, la playa estaría sucia por el diluvio que cayo, pero nos llevamos una gran sorpresa, el dia estaba absolutamente despejado y sin una nube, por allí no había rastro del palo de agua…  nos fuimos a caminar por la playa, había bajamar y la gente volvia de mar adentro aprovechando la marea baja para recoger las algas marinas que luego extendían en frente de sus casas para que se secaran al sol. Todo el pueblo olia a esas algas. Estuvimos un rato tratando de descubrir para que recogían esas algas y resulta ser que es ¡para las ensaladas de los chinos! Caminamos unos 200 metros en el terreno que cada doce horas le pertenece al mar y el agua por las rodillas… cuando nos llegaba el agua por la cintura aprovechamos para darnos un chapuzon en unas aguas de un color azul turquesa intenso… daba la impresión que estábamos en una de esas infinity pool tan de moda en los hoteles mas modernos.
Jambiani fue un bálsamo regenerador, cargamos las pilas para irnos al norte de Zanzibar. Cogimos un dala dala que pasa cada hora (el precio son 2000 chelines por persona pero nos cobraron 3000 chelines por cada uno y como no nos íbamos a pelear por un euro, lo dejamos asi). Llegamos a mediodía a Stonetown y en el caos de la estacion de dala dala y después de evitar a los “ayudadores” espontaneos encontramos el dala dala numero 116 con destino nungwi, por otros 6000 chelines. Llegamos alrededor de las 3 de la tarde porque el dala dala de Jambiani a Stonetown se quedo averiado en el medio de la carretera.Cogimos otro dala dala y una media hora mas tarde pisariamos Nungwi con la idea de buscar un restaurante, almorzar y luego buscar alojamiento con tranquilidad. Pero como enseguida nos empezaron a agobiar los espontaneos de siempre, empezamos a caminar en dirección a la playa. Andamos unos 20 minutos con las mochilas a bordo… con 30 grados, el solajero de mediodía y hambre, un par de kilómetros se hacen interminables. Divisamos una mzungu con 2 niños morenos, era inglesa, se llama Susie y lleva 9 años viviendo en Zanzibar, esta casada con un tanzano y tiene 3 niños. Nos ayudo a encontrar un alojamiento económico (entre hoteles de 170 dolares la noche, por el precio que encontramos y a veinte metros de la hermosísima playa de Nungwi, es toda una hazaña) reservamos 3 noches por 40000 chelines cada una, desayuno incluido (20€). En Nungwi te ofrecen excursiones de snorkel y hay unos fondos increíbles para bucear con diversos corales, peces tropicales y tortugas. Hay unos cuantos clubes de buceo aunque los precios son un poco caros (entre 90 dolares y 120 diarios por 2 inmersiones). En el desayuno conocimos a Sonia y Alejandro de Malaga y como ellos también trajeron sus gafas y tubos, nos fuimos los 4 a aprovechar la marea baja y nadar un poco. Vimos algunos peces y nos sorprendieron unos peces payasos que tenían crias y se nos tiraban, nos hizo mucha gracia el brio de los pequeños, sin embargo salimos pronto del agua porque habia bastantes medusas.Nos pasamos todo ese dia con ellos, nos reimos un monton y nos contaron algunas de las historias de sus viajes por el mundo. Son gente estupenda y divertida.
En Nungwi, detrás de los hoteles hay un poblado swahili con bastantes tiendas de souvenir y un par de supermercados, la zona es mas turística pero mas pequeña que Jambiani. Hay un acuario natural donde se puede uno bañar con las tortugas pero nadar en un charco por 9 dolares cada uno nos parecio un timo. Tambien hay un par de supermercados, un cyber café y algún que otro restaurante. Nosotros comimos cada dia en un pequeño restaurante local que estaba a buen precio; Las raciones, de nuevo pequeñas. Por la tarde los locales suelen jugar al futbol en partidos de veinte contra veinte y aun asi ¡meten goles!.
Zanzibar deja en nuestra mente (y en nuestra camara) imagenes que precen sacadas de un folleto de vacaciones... donde quiera que miramos hay una postal. Un mar de intenso azul que no puedes resistirte a mirar una y otra vez y uno de los atardeceres mas hermosos que nuestras pupilas han visto jamas.




Lamu, Kenia



Lamu 3 noches, del 21 al 24/09/12
El dia anterior preguntamos en varias oficinas que venden billetes a Lamu y todos nos decían 700 chelines por persona, menos uno,Simba couchesque nos ofrecioel viaje por 600 chelines.Era un minicouch (igual que las guaguas en Tenerife solo que con 30 años mas encima). La salida era a las 08:30 de la mañana y nos sorprendio gratamente salir a las 08:45.Ese dia, como casi todos los que estuvimos en Malindi, desayunamos unas galletas buenísimas en una pastelería que encontramos y una vez con la barriguita llena, a recogerlo todo. Es difícil meter casi 20 kilos de peso en una mochila, o por lo menos no estamos tan expertos todavía, ya nos iremos curtiendo por el camino, pero aun debemos hacer la mochila la noche anterior y no se como nos las arreglamos a pesar de que hacemos un esfuerzo terrible por no comprar nada, ya que en los mercados hay artesanía muy guapa, no sabemos como ni porque pero la mochila cada vez que la cogemos, pesa mas. Asi que estamos pensando en dejar cosas por el camino.Al principio habíamos decidido que no íbamos a Lamu, primero porque el Ministerio de Asuntos Exteriores no recomienda ir a Lamu debido a la cercanía con Somalia, hace un año o asiunos piratas somalíes secuestraron a 2 turistas y 50 kms mas adelante hay una especie de guerra civil donde esta muriendo gente. El mismo dia de nuestra llegada a Lamu, nos contaron que mataron a uno. Entonces ¿Por qué decidimos ir a Lamu? Por la misma razón que fuimos a El Hierro cuando había un volcan emergente, porque hay sitios en la Tierra que son especiales, que tienen alma propia y que cuando conversas con diversa gente, te enteras que no es tanpeligroso como lo pintan. A fin de cuentas, peligro tiene hasta la bañera de casa.
De Malindi a Lamu son cinco horas en minibús, y va parando en algunos pueblos por el camino. La carretera no es mala, pero son 5 horas de botadura de culo en el asiento (por una carretera de tierra,piedras y socavones). La verdad es que si vas durmiendo un rato y otro conversando se te hace corto el trayecto. Llegamos al muelle donde se cogen los ferris a Lamu, hay 2 el lento y el rápido. La diferencia son 50 chelines que bien los valen, aunque mas que un ferry son lanchas, la lenta se puede tardar el doble que la rápida. Nada mas bajar del bus, conocimos a Jim un belga que acompañaba a su novia que esta de voluntaria en un orfanato regentado por Maria, una española que según nos comentan, tiene varios orfanatos en diferentes sitios. Jim esta en el Hotel Lamu, un espectáculo de oasis-hotel con piscinas y vistas al mar indico.Jim nos presento a Frank, el dueño, también belga. Nos hizo un precio especial, pero ese precio superaba nuestro presupuesto. Amablemente nos recomendó un guesthouse con nuestras posibilidades veinte metros mas adelante, el Hotel Bahari, regateamos la habitación por 3 noches y la conseguimos a 2400 chelines (24€) los 2 por 3 noches.El turismo ha bajado mucho el ultimo año debido a las recomendaciones de los diferentes gobiernos en Europa de no visitar Lamu, y es una pena porque por lo poco que vimos en nuestro primer dia bien vale el titulo de patrimonio de la UNESCO y nos sentimos muy seguros. La gente es amable y tranquila y no tener coches en la isla le confiere un aire especial, amen de mencionar la paz y un bien preciado en estos tiempos que corren: el silencio. Deseamos por bien de esa maravillosa isla que es Lamu, que poco a poco vayan volviendo los turistas.
No habíamos dado veinte pasos cuando ya, acostumbrados a que nada mas vernos nos ofrezcan cosas, un pescador nos invito a la boda de su hermana, y como no, ofrecernos un “precio especial” por un dia en altamar en su dhow, Regateando de 2000 por persona a 300 nos pareció tan chollo que aun estamos temblando porque pensamos que nos habian timado.
Diez pasos mas adelante vimos caminar una mzungu, se llama Alma es de Argentina y es una viajera super interesante, esta escribiendo un libro sobre sus aventuras por africa, igual que nosotros estuvo 4 años ahorrando para pagar su billete y con un presupuesto de 2 dolares al dia y montones de contactos ya tiene 6 meses en Africa, nos dejo un par de teléfonos de contactos en Tanzania y nos recomendó un monton de sitios, luego nos invito a la casa donde se estaba quedando con su amigo Paolo, un italiano de las cercanías de Roma que tiene 10 años viajando hasta que un dia tuvo un sueño, construir un barco en Kenya para ir a recorrer el mundo. Su pagina web, en construcción para contar su sueño es una pasada- Un tiosuperenrollado con un millón de historias que contar, por ejemplo estuvo 2 años viajando desde Noruega hasta Bali, haciendo dedo y en una bicicleta que le regalaron, atravesando prácticamente toda Europa hasta Turquia, Pakistan, la India, el Himalaya y China.
Fuimos a comer en un restaurante local que nos recomendó Paolo y por 3 platos de comida casera y 3 refrescos  pagamos 230 chelines (2,30€). No teníamos ganas de marcharnos al hotel, pero como fue un dia largo, fuimos a darnos una duchita y descansar para el dia siguiente recorrer lo máximo que pudiéramos de los 20 kilometros de Lamu.
Aldia siguiente nos levantamos tardísimo, no sabemos que tiene Kenya, será que estamos tan relajados que dormimos un monton.. Hemos visto en la isla masmzungus (blancos) que en ningún otro sitio, y caminando por la avenida principal nos encontramos con todos al mismo tiempo,a Paolo, luego a Miriam (¡las maestras alemanas que conocimos en Mombasa!) y alos 2 minutos aJim, el belga que nos ayudo a encontrar alojamiento nada mas llegar.  Luego conocimos a Lola, de una ONG española que ayudan a las mujeres trabajadoras. En fin, que en cinco minutos, reunión improvisada de mzungus. Paolo nos recomendó un sitio para desayunar buenísimo y después de desayunar fuimos caminando el par de kilómetros que hay entre Lamu y Shela, una población aledaña famosa por su larguísima playa de arena blanca. En el camino la gente te saluda con un jambo (hola) o karibuni (bienvenido) en un ambiente muy relajado y algo hippie.MIentras caminábamos cayeron unas gotitas y nos refugiamos debajo de un árbol junto con John, un artista de Lamu muy simpático que nos conto el origen de las islas y cosas de Lamu. Nada mas llegar a la playa nos dijimos que nadie creería que estábamos en Africa sino en Fuerteventura, bastante viento, dunas y kilómetros de playa con una fina arena blanca. Paso un chico a vendernos las samosas de atun y verduras de su madre por 30 chelines cada una..nos comimos 8! Estaban buenísimas, son como una especie de miniempanada que en Shela, luego nos enteramos son famosas.
Despues de un dia de playa y relax regresamos caminando a Lamu, a pesar de que se puede coger una lancha por 100 chelines cada uno, pero el camino nos recordó un poco a nuestro paseo habitual desde nuestra casa hasta el muelle en Playa San Juan, aunque transitado por burros que dejan su pequeño rastro detrás, y un perrito muy simpático nos acompaño el camino jugando con los cangrejos y con un palo que lanzábamos y el recogia, también vimos un par de monos y varios burritos bebes que jugaban con sus madres.
Al atardecer fuimos a “almorcenar” al mismo sitio que nos recomendó Paolo el dia anterior y cual es nuestra sorpresa, Paolo! De nuevo! Nos dijo que Alma (la chica argentina) no se encontraba muy bien por cosas de mujeres y comimos juntos, nos conto cosas de la india y del sudeste asiático y de vuelta al hotel nos despedimos de Paolo que nos dijo que tuviéramos cuidado con un tal Omar Shariff que vende paseos en dhow baratos pero que no les da nada de comer a las personas, intercambiamos miradas  y pasamos por el restaurante donde le pagamos a “Happy” para preguntarle a la dueña si recordaba a que hora deberíamos estar allí mañana, nos dijo a las 09:00 am tan tranquila que nos infundio un poco de confianza, a pesar de que ese dia comentamos muchas veces que el tal “happy” nos había timado, ya casi llegando a nuestro hotel un “hola amigos” de nada mas y nada menos que el CaptainHappy, nos dijo que mañana nos veíamos a las 09:00 que llevaramos agua y protección solar, le preguntamos medio en broma medio en serio que si no llevábamos samosas a la excursión a lo que el respondio que tendriamos bastante comida y que lo que pescaramos era lo que el cocinaría… por si acaso pusimos el despertador una hora mas temprano para comprar samosas y 2 litros de agua.. esa noche a las 9 ya estábamos picando… asi que prontito a la cama, lo dicho no sabemos que tiene Kenya que nos relaja tanto…
Nos levantamos temprano para comprobar si a la final nos habían estafado, y a las 09:00 (european time notafrican time) estábamos frente al restaurante (donde por cierto venden langosta a 1400 chelines -14€). El hombre que nos cobro estaba allí con 2 mzungus, nosotros por si acaso compramos unas galletas y unas samosas gracias a la recomendación de Paolo. Nos fuimos en el dhow, 2 americanos, el capitán, un ayudante y nosotros dos. No vimos por ninguna parte utensilios para hacer el famoso almuerzo que el dichoso Happy había dicho, bueno nosotros teníamos nuestras galletas, lo que nos interesaba era dar un paseo en el dhow y pescar. Fuimos navegando con la vela extendida hasta donde estaban unos hombres pescando con una red. Pescan de una manera muy artesanal, arrastran la red entre todos, pero esa vez pescaron 2 agujas pequeñitos que les haría de carnada. El capitán nos pidió 100 chelines a cada uno para pagar el pescado. Ya veíamos por donde venia pero nosotros no le dimos nada, los americanos si. Lo sentimos mucho pero ya habíamos pagado el dia anterior. Luego llegamos a un parque natural donde habían unas ruinas. Nueva sorpresita: nos encontramos que a la entrada había que pagar 500 chelines por persona para entrar, todos le respondimos que nadie nos había dicho nada de pagar nada mas,  y que no íbamos a darle mas dinero a lo que ellos respondieron que el vigilante del parque nos acompañaba a nuestro hotel para pagar la entrada, le dijimos que no, que entonces nos quedábamos en Lamu. Entonces ellos (el capitán y los del parque) estuvieron un rato hablando y nos dejaron entrar a la playa, a la final vimos las ruinas y unos baobabs inmensos, de allí nos fuimos a Manda, que es la isla donde esta el aeropuerto y esta al frente de Shela, que es la playa de las dunas donde estuvimos el dia anterior. Nos bañamos en la playa y estuvo Ale conversando con Catherine, la americana y Juan pescando con el americano. Omar (el marinero) un chico muy majo nos contaba que quería ir a Malaga, hablamos un poco del puerto grande que estaban construyendo unos chinos en Lamu. Que no utilizaban mano de obra de Lamu, si no traían su propia gente y que el no estaba demasiado de acuerdo con un puerto grande, que si es cierto que posiblemente traeria mas turistas pero también mas gente dispuesta a hacer de las suyas en una isla tranquila como Lamu. Nos conto que cuando venían muchos turistas el trabajaba, pero al irse los turistas debido al secuestro y homicidio en octubre de 2011 de 2 franceses ricos que tenían una casa en Manda, luego los gobiernos y los turistas al tener miedo de la cercanía con Somalia, no vinieron mas, por lo que el tuvo que dedicarse a la pesca y ser marinero en un dhow. La capacidad de adaptarse que tienen en estas tierras no deja de impresionarnos. Omar estaba preparando todo para hacer la comida debajo de una palmera, pusieron una especie de estera redonda en la sombra, nos dieron un par de platanos y ayudamos un poco a pelar las papas y la col. Como el cuchillo era bastante afilado y no tenia mango, lo hacíamos un poco lento, a lo que amablemente el capitán nos dijo que gracias y que el continuaría, Nos bañamos un poco en la playa, el agua estaba deliciosa y una brisa marina atenuaba el sol quepracticamenteabrasaba nuestra piel. Al rato fuimos a comer, 2 pescados para 4 y trescientos kilos de arroz blanco con una especie de salsa de tomate. Estaba bueno y la verdad es que no pudimos con todo. Mientras descansamos cinco minutos los americanos nos contaron que tenían un velero en el Caribe, que se retiraron hace 4 años y que seis meses al año navegaban desde las Bahamas hasta Trinidad y Tobago. Nos contaron un poco de como era su travesia en el mar y hablamos un poco de todo, eran bastante simpáticos. Ya eran las 4 de la tarde asi que nos fuimos navegando de nuevo a Lamu, y cuando llegamos al puerto el capitán nos dijo que faltaban 1500 chelines por pagar, le cobro 1000 a los americanos y 500 a nosotros. Nosotros le dijimos que no le íbamos a pagar nada mas y que hablara con el tio que nos había vendido la excursión, la verdad es que fue un momento algo tenso aunque el hombre se lo tomo relajado, No cedimos pues ya le habíamos pagado al otro hombre y muchas veces nos da la impresión que están compinchados para sacar todo el dinero que puedan a los mzungus, le respondimos que en los 14 dias que estamos en Kenya, cada dia nos mienten y tratan de timarnos. El siguio diciendo que el no había cobrado nada en fin que le preguntamos porque trataba con gente mentirosa y timadora como el tal Happy a lo que el no respondio. Nos da bastante pena muchas de las situaciones que vemos por el camino, pero no nos dan pena los timadores asi que no cedemos.  A lo mejor nos equivocamos pero hemos aprendido que por lo menos en Kenya, el 90% de la gente que se acerca a nosotros es para vendernos algo, a lo que respondemos con una sonrisa y un no gracias, luego hay algunos pesados que se nos pegan y los dejamos atrás ignorándolos un poco, Luego si vas a comprar algo, hacer algo, es mejor preguntarlo todo diez veces y preguntar y preguntar unos metros mas alla y otros mas adelante, y que preguntar a los locales muchas veces no sirve de nada porque parecieran que se pusieran todos de acuerdo a dar el precio mzungu (por ejemplo en Mombasa le preguntábamos a la gente por la calle y muchos dicen no se y otros nos decían que coger un tuctuc por cualquier parte del centro eran 100 chelines, aunque los conductores te dijeran 200 y al decirles que no, te respondian ok 100 y a la final resulta ser que vale 50 chelines según nos dijo Miriam la maestra voluntaria alemana) por lo que preguntar a los blancos que residen allí es una gran fuente de información. Siempre hay excepciones, como por ejemplo cuando llegamos de navegar nos fuimos a dar una vuelta y conocimos a Abdul un muchacho de unos veinte años que no nos ofrecio nada y sin embargo converso con nosotros por el mero placer de conversar sin sacar provecho personal y luego nos ofrecio gratis tomarnos una foto subidos en uno de sus 3 burros, nos conto como cuida de sus burros y nos impresiono saber que son unos animales muy dóciles, fieles e inteligentes y que su abuelo a quien fue a saludar con mucho respeto esta orgulloso de el, pero no por no pedir prestado burros a los demás sino porque cuida sus burros muy bien. Africa cada dia nos da una de cal y una de arena, pero sencillamente se te mete en la piel y si no que se lo pregunten a las chicas de Africable, una ONG que tiene 3 años trabajando en Lamu con un proyecto muy interesante. Nos mostraron la tienda donde venden unas cosas chulísimas hechas creativamente por mujeres de 3 tribus excluidas socialmente, mientras ellas y los voluntarios cuidan de sus hijos. Conocimos a Silvia, a Merche, a Lola, y a otras chicas voluntarias todas muy simpáticas y las felicitamos una vez mas por realizar una labor encomiable. Desde aquí invitamos a todos a que visiten su paginaweb y que colaboren con ellas, ya que es muy difícil seguir adelante sin el apoyo de gente generosa. Necesitan una casa mas grande porque son muchos niños y el alquiler de la casa donde están ahora ¡es carísimo! debido al poco espacio de la isla. Eso sin contar con otras necesidades básicas que deben cubrirse. Animense gente, por lo menos comprar una de las guapísimas pulseras masai, o delantales, manteles, bolsos, colchas. Es increíble la cantidad de cosas que hacen esas mujeres con materiales básicos.  A nosotros nos ha dejado maravillados.
El ultimo dia en Lamu, fue para caminar por el pueblo y preguntar a que hora sale el ferry para luego comprar el billete de la guagua que sale a las 20:00 hrs y llega aMombasa a las 05:30 am, luego coger otra guagua desde Mombasa a las  07:00 am y doce horas mas tarde llega a Dar es Salam la capital de Tanzania, la idea es quedarnos una noche en Dar para coger el ferry hasta Zanzibar. Asi que nos espera una travesia muy larga y muchos kilómetros por delante. Habiamos escuchado también que podíamos coger un barco en Pangani, pero navegamos un poco por internet y resulta ser que aparentemente son 5 horas en una lancha; y con 2 mochilas no es algo que nos apetezca demasiado, a pesar de que el billete hasta Tanga es la mitad de barato que Dar, preferimos ir a lo mas seguro, ya que hay 2 compañias de ferry que salen a Zanzibar cada dia.
Cogimos el ferry rápido hasta la península a las 6 pm, tardamos unos 20 minutos, ya la guagua de Tahmeed estaba allí, pero no nos dio muchas esperanzas ya que estaba el chofer revisándola como si tuviera algún fallo… nos miramos como diciendo ay mi madre… y esperamos que fuera la hora de la salida en el bar de enfrente, probamos la fantablackcurrant (grosellas) y estaba buenísima. Y como cada vez que dejamos nuestras mochilas en una guagua, rezamos porque cuando lleguaramosestuvieranallí todavía, sobre todo por la recomendación que nos hicieron las maestras alemanas de llevar las mochilas siempre con nosotros, pero la idea de toda una noche con las piernas dobladas no nos hace ninguna gracia. La guagua salio a las 8:30 pm, el precio 800 chelines (8€) cada uno. Se subieron 2 militares armados y se sentaron en los asientos delante de nosotros, En ese trayecto siempre van militares armados ya que anteriormente los somalíes las atracaban pero desde que el gobierno de Kenya puso esa medida de seguridad no han robado una guagua en años. Nito con su sentido del humor a veces negro dice que si llegan unos somalíes a dispararle a los soldados y fallan sabes para quien van las balas ¿no? Ale rie la broma diciendo “Mierda, tienes razon”. La carretera desde Lamu hasta Malindi nos brindo 3 sorpresas, la primera unos impalas cruzaron la carretera, primer frenazo. (que bonitos son, imponentes y dando grandes saltos como los masais se perdieron por la maleza). La segunda, una manada de búfalos emigrando, negros como la noche, ya vimos uno de los bigfive!, el segundo frenazo. Una barricada con una hoguera en el medio de la carretera fue el tercer frenazo. Los militares se pusieron en alerta pues había una guagua parada y varios militares sacaron sus armas y se bajaron de las 3 guaguas que estaban retenidas en una fila, mirando hacia todos lados con sus rifles a punto como si fuera un reportaje de esos que ponen en el telediario. De repente un hombre dice algo en swahili con voz grave. Todos los hombres que estaban en la guagua se bajarony algunas mujeres estaban nerviosas. Nito mira a Ale y ella le dijo a el que ni se le ocurriera moverse de su asiento que somos mzungus y esta guerra civil no es nuestra y se levanto del asiento para preguntarle a una de las mujeres que sucedia, y una chica le dijo que estábamos “in the middle of a Little battle” (en el medio de una pequeña batalla).Pasaron unos minutos de tenso silencio y subieron todos los hombres, los militares también. La voz de los militares era mas relajada incluso hubo unas risas, o sea que supusimos que el peligro o quien sea que puso esa barricada ya no estaba allí. Seguimos la marcha y el pobre Nito ya no pudo pegar ojo. Llegamos a las 03:00 am a Mombasa. Una Ale mas dormida que despierta le pregunta a Nito: ¿estamos ya en Mombasa? A lo que el responde “creo que no” y seguimos durmiendo. De repente Ale se levanta sobresaltada porque recordó haber visto el cartel del hotel que estaba frente a nosotros y toda nerviosa levanta a Nito ¡si estamos en Mombasa! ¿¡Que horas es?!!! Ya no había nadie en la guagua. Cabeceamos una media hora y menos mal que el chofer estaba aun allí jugueteando con su móvil. Le dijimos que teníamos una reserva a las 05:00 am para salir de Mombasa a Dar es Salam, y nos dijo que la oficina abria a las 05:00 am que teníamos que coger un tuctuc porque la oficina era en otro sitio, estábamos liados ya que el hombre de la oficina de Lamu nos había dicho que el chofer nos dejaría en la oficina donde pagaríamos los 1400 chelines por cada uno que costaba el billete para continuar a Tanzania. A la final que llego un hombre muy amable, hizo una llamada de teléfono y llamo un tuctuc, hablo con el hombre y llegamos a la otra oficina, compramos los billetes y salimos a las 05:45 am preguntandonos que nos deparaba en un nuevo capitulo de nuestra aventura