Malindi: 3 noches del 18 al 21 de septiembre
de 2012
Sam nos recomendo ir a Malindi y Mark, el
chico que conocimos en el avión nos recomendó Kilifi que estaun poco antes.
Como Malindi nos parecía mas bonitodecidimos ir primero allí y luego a Lamu en
vez de Kilifi y quedarnos 6 noches en total, 3 en Malindi y 3 en Lamu. El dia
anterior fuimos por varios establecimientos de Mombasa que vendieran billetes a
Malindi, y el mejor precio nos lo dio un hombre de un matatu por 200 chelines
cada uno (2 euros aprox) hasta que caminando encontramos otro establecimiento
llamado Tahmeed que en una guagua grande nos llevaba por 250 chelines (2,50€)
nos enseño un poster de la guagua y tenia la misma pinta de la guagua que nos
llevo de Nairobi a Mombasa. Nos comento el chico que como no tenia recibos, que
nos pasaramos al dia siguiente a las 08:30 am aproximadamente para comprar los
billetes. Pusimos el despertador a las 08:00 am y Ale fue corriendo a pillar
los billetes, mientras Nito se quedo en la habitación recogiendo todo. Ale llego
a la oficina de los billetes a las 08:25 y el hombre le dijo que habían
adelantado la salida a las 09:00 am y que la hora de presentación ¡era a las
08:30 am! Ale corrió con todo lo que sus piernas le dieron y casi sin aliento
le dijo a Nito que tenían que salir ya… El pobre Nito tenia todo a medias… en
la tierra del “pole pole” (tranquilo tranquilo) y el “hakunamatata” (no hay
problema) era una ironia el estrés por llegar a la hora ya que los billetes no
eran rembolsables ni admitían cambios. Milagrosamente llegamos a las 08:45 am
casi con la lengua por fuera, el hombre nos dijo que la guagua llegaba tarde
por un control policial… y nos dieron las 10 y las 11, las doce y la una… como
la canción de Sabina… Y no queríamos levantarnos a desayunar ya que nos daba
miedo no estar allí y perder la guagua, pues como el hambre es mala consejera,
Ale se levanto corriendo al super a pillar unos zumos de manzana y unas
galletitas. Y menos mal porque sino hubieran sido las 4 de la tarde y nosotros sin
ponerle gasolina al cuerpo. Como siempre que nos perdemos o algo no sale según
lo deseado, la providencia nos regala algo, esta vez conocimos a unas maestras
alemanas voluntarias en Kenya desde enero de 2012 que esperaban la misma guagua
que viaMalindi, llegaba hasta Lamu, que nos recomendaron montones de cosas que
hacer y que ver en Zanzibar y nos recomendaron un guesthouse en Malindi, donde
ellas se habían quedado. La conversación hizo agradable la espera, intercambiamos
email y CS y al rato ya llamaron para subirnos a la guagua. Cayeron un par de
gotitas que tenían el cielo encapotado. ¡La guagua no se parecía ni de lejos a
la del cartel!. Miriam (una de las chicas alemanas) que hablaba swahili nos
comento que era “Africa’sway (la forma de hacer las cosas en Africa) y que no
quedaba otra que tener paciencia.Nosotros lo tomamos con filosofía disfrutando
del trayecto de Mombasa a Malindique es de unas 2 horas mas o menos, la
carretera no esta mal pavimentada y se ven plantaciones y se te pierde la vista
con el verde a ambos lados del camino, cientos de chozas tradicionales
africanas y la gente haciendo su vida a lo largo de la carretera vendiendo
tomates y otras frutas. Cuando llegamos al pueblo, las chicas alemanas nos
gritaron ¡Mzungu! (¡blanquitos!) ¡El guesthouseTana esta justo detras! Que
simpáticas. Ojala nos llamen cuando vayan a Tenerife algún dia, ya que les
hemos ofrecido un couch en casa. (Couch= sofá. En la jerga de Coachsurfinges
cuando alguien solicita quedarse en tu casa). Llegamos al Tana, la habitación
selfcontained (con baño y ducha) costaba 800 chelines por noche (8€) y tratamos
de regatearla a 500 y nada, la mujer no cedia. Nos fuimos a dar una vuelta a ver
si encontrábamos otra cosa ya que el Tana era en planta baja y nada mas llegar
vimos algunos mosquitos dentro de la habitación, que tenia ventilador,
mosquitera y eran 2 camas dobles. Nada mas dar 2 pasos la gente se te acerca
con un ¡Jambo! (¡hola!), y como nos vieron con las mochilas al hombro ya
empezaban a ofrecernos el hotel no se que y el hotel no se cuanto y cuando le
preguntabamos el precio pues nadie sabia, cuando llegábamos al hotel el hombre
hablaba en swahili con el recepcionista, intuimos que le dirían que nos cobrara
mas para llevarse el una comision por habernos llevado hasta allí. Puede llegar
a ser un poco agobiante, pero hay que entender que la gente se busca la vida
con cualquier cosa y están siempre a la caída. Imagina que lo que a los locales
les cuesta 50 chelines a los mzungu (blancos) les cobran 100. A veces se siente
uno como un dólar caminante, pero esto ya lo sabíamos y comprendemos que debe
ser muy dura la vida en las condiciones en las que muchas de estas personas se
encuentran. En Malindi el 99% de la gente nos toman por italianos y no pasan
cinco minutos sin que alguien nos diga Ciao y nos ofrezca algo o nos venda algo
o nos pida dinero, todo es sacar tajada. Sin embargo, el ambiente es mucho mas
relajado que en Mombasa porque es un pueblo, y están mas acostumbrados al
turismo. Hemos visto masmzungus en Malindi que en Nairobi y Mombasa juntos,
pero tampoco abunda el turismoviandante por la calle. Creemos que prácticamente
somos los únicos mzungusque comen en sus restaurantes, se bañan en sus playas y
se alojan en sus hoteles, ya que la mayoría de alemanes e italianos vienen a
los hoteles de categoría superior en primera línea de playa a instalarse en el
hotel y muchos no saldrán de allí sino para realizar algún safari (que en
swajili significa viaje).
A la final nos quedamos en un hotel llamado
KenyaMpyo, con ducha y baño propio pero la puerta se cerraba con un fechillo y
la cerradura estaba de adorno. Aunque no nos hemos sentido inseguros en Kenya
hasta la fecha, por si acaso para dormir, poníamos una silla detrás de la
puerta y un candado cuando salíamos de la habitación. No tenia ventilador, pero
corria mucha brisa, no vimos ningún mosquito y tenia mosquitera, y lo mejor de
todo la cama era doble, eso si a la salida había un mercado de pescado ¡con un
pestazo…! Pero no olia mal el edificio, ni había visitantes indeseados y estaba
aceptable, además por 500 chelines la noche (5€) no se puede pedir un
fourseasons…
Una vez quitado el peso de las mochilas, el
primer dia fue de reconocimiento, dimos una vuelta por el pueblo, encontramos
un cyber que la verdad estaba muy bien, rápido y con ordenadores que estaban modernitos
y al precio de un chelín por minuto. Encontramos un super que el hombre nos cobraba
lo mismo que a un local y una panadería que tenia unos dulces de aupa. Compramos
aquí un pan recién salido del horno para abrir boca y nos fuimos a comer un
pollo a la barbacoa buenísimo por 300 chelines el plato (3€) con ensalada.
Nosotros no comemos nunca ensalada, ni frutas peladas, ni zumos naturales,
hielo, helados o alimentos con salsas aunque tengan buena pinta y se nos haga
la boca agua. Y nos cepillamos los dientes con agua embotellada, y
frecuentemente nos lavamos las manos con un antiséptico. Es difícil no
relajarse pero sabemos que en esos principios radica la diferencia entre un
estomago mas o menos bien a no poder salir de la habitación por un pardias, en
el mejor de los casos. Por la noche cogimos un tuc-tuc que escaldados
negociamos a 50 chelines, para tomarnos una tusker (medio litro de cerveza
local) a 120 chelines la botella, había bastante gente de allí comiendo un
pescadito ¡que tenia una pinta! Una brisita marina que venia desde la playa y
buena música africana. Asi que decidimos que iríamos al dia siguiente a
almorzar allí antes de ir a la playa.
Nos levantamos
tarde y fuimos en búsqueda del mar, la costa de Malindi es bellísima, cuando la
marea esta baja que es antes de las 3 de la tarde, puedes ver a lo lejos y
entrado en el territorio que por la tarde le pertenece a mar, como el generoso
océano indico le presta unas horas el terreno a la gente de Malindi para pescar
en el arrecife. Se puede caminar algunos kilómetros por toda la costa con
arenas doradas. Y cuando decimos doradas, es literal, pasas la mano por la
suavisima arena y se te queda dorada con trazas de escarcha que parece de oro,
es impresionante, nunca habíamos visto una arena asi. El agua esta increíble y
el sol pica bastante aunque casi no se nota por la brisa, por lo que es muy
fácil quemarse. Nito cogio un cangrejo con unos niñosy caminamos al lado de la
cruz de Vasco de Gama que estuvo por aquí cuando los portugueses navegaban por
el mundo, paseamos por la playa en la cual Karen Blixen (la de Memorias de
Africa) almorzó una vez y entendimos porque Hemingway pescaba por estas tierras
y porque Flavio Vriatore, el dueño de la casa Renault de F1 tiene una casa
aquí.Despues de la larga caminata fuimos a comer en el restaurante de la noche
anterior, y la verdad que ya no parecía ni por asomo el mismo, ya se sabe el
dicho: todos los gatos son pardos de noche. La noche anterior la chica que nos
atendio nos dijo que servían pescado con pilau (arroz con especies) a 400
chelines (4€), pero nos atendio otra chica igual de simpática. Había un no se
que en el ambiente que no nos daba demasiada confianza, sobretodo cuando Ale
fue al baño y sale una chica y le pregunta que que quería con un tono un poco
raro y el hombre de la cocina andaba con un misterio… Unos cuarenta minutos mas
tarde (a pesar de que eramos los únicos clientes) la camarera se disculpa y nos
dice que no hay arroz, un poco incomodos, le decimos que vale, que no pasa
nada, que saque el pescado solo. Mmmm llego el pescadito (y cuando decimos
pescadito es porque mas que pescado parecía sardina) no se parecía en nada a
los pescados que vimos la noche anterior. Nos dijimos que como tenían buena pinta, asi que pedimos otros 2
minipescados, y la verdad es que estaban buenísimos, lo comimos con un gustazo,
cuando al rato nos traen 2 rodajas de pescado ¡aun mas pequeñas!. Ale le dice
ya un poco enfadada, (ya ves que con esta chica y la comida no se juega) porque
ya parecía que se estaban cachondeando de nosotros. Pues la Ale, siempre tan
educadita ella, ni corta niperezoza le pregunto a la camarera que si pensaba
que eramosidiotas. Que esto no estaba bien, y que por favor nos trajera la
cuenta, que ya no volveríamos mas por allí. La chica admitio que no estaba
bien, se disculpo, la verdad es que la pobre estaba toda apurada, nos trajo la
cuenta y con el estomago picado nos fuimos a la playa a darnos un bañito y
coger un poco de sol. Ya al caer la tarde, mirar los email y planear un poco el
dia siguiente.
El ultimodia
fue el mejor de todos los días que estuvimos en Malindi. Nos levantamos
temprano (ejem mas o menos temprano) y cogimos un tuc-tuc negociado por 100
chelines (1€) hacia Casuarina Point que esta a unos 5 kms de Malindi, donde
esta la reserva marina. Apenas llegamos
nos llevamos una sorpresita, solo por entrar al parque son 15 dolares por
persona, y si quieres ver algo de vida marina es imprescincible coger un barco.
Los cuidadores del parque muy amables nos explicaron un poco de que iba la
cosa. Hablaban de un total de 80€ para pasar un dia en la playa, vamos que se
les va la pinza, Le preguntamos (a fin de ver si merecia la pena) si podíamos
llegar hasta la playa con la finalidad de negociar un barco, ya que los
capitanes se veian al fondo. Nos dijeron que en la playa podíamos estar gratis.
Asi que eso fue lo que hicimos. Enseguida, empezaron todos ellos a ofrecernos
collares de conchas marinas (que es ilegal sacarlas de Kenya) y un barco, hasta
que llego un hombre mayor que parecía el que manejaba todo el cotarro por la manera
que les mandaba. Empezaron como si fuera el chollo del siglo con 5000 chelines
por 2 horas (50€) y como decidimos que no íbamos a pagar esa cantidad de dinero
(ridícula para hacer snorkel un par de horas) pasamos del hombre y empezamos a
recorrer toda la costa, que es bellísima. A los 10 minutos el hombre se acerca
y nos dice que va a bajar el precio. Le decimos que todavía era caro y seguimos
nuestro camino. Pues el hombre sigue insistiendo y acabo ofreciéndonos el mismo
viaje por 4000 chelines (40€) incluida la entrada al parque.Le dijimos que lo
pensaríamos 5 minutos y encontramos una playita guapísima y a la final dijimos
que por 20€por persona si valia la pena, sobretodo porque se podía ver el pez
escorpión, Pasamos un dia chulísimo en un mar azul impresionante, caminando por
corales muertos por un tsunami pero que aun conservan vestigios de vida por
todas partes, cangrejos, erizos, peces pequeños, estrellas de mar… y luego en
el mar: el pez escorpión (había que escuchar los grititos de Ale Niiii corre
esta aquiiii el pez que tu querias ver!!! cuando lo encontró, aunque luego de 4
fotos solo salio bien una). Despues fuimos caminando de regreso al pueblo por
la orilla, hasta que el monumento a Vasco de Gama nos supuso un impedimento. La
verdad es que se les va el baifo del todo. Pretendian cobrarnos 500 chelines a
cada uno nada mas por pasar de un lado al otro de la orilla con el cuento de
monumento nacional, cuando el dia antes con la marea baja hasta le sacamos
foto… en fin… sin comentarios… Somosmzungus (blanquitos) ya sabemos que pagamos
mas que los locales… pero ya esto nos parecio un poco fuerte. Nada, dimos media
vuelta, cogimos un tuc-tuc de vuelta al hotel y a cenar en un restaurante local
que nos recomendó el chico del cyber café:Simba dishes, la mejor comida en
todos los días que estamos en Africa: un pollito a la barbacoa, un pilau (arroz
con especies)… hasta los refrescos sabían mejor! Cerramos con broche de oro…
Malindi es sencillamente espectacular!!!
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