viernes, 12 de octubre de 2012

Zanzibar





Dar es Salaam: 2 noches de transito hacia-desde Zanzibar, la noche del 26 de septiembre de 2012 y la noche del 03/10/12

Pasar la frontera pareciera un poco lioso, pero no es difícil. Le habíamos dicho al chico que revisaba los billetes y los pasaportes en Mombasa que tramitaríamos los visados “at the border” (en la frontera). Primero llegamos a una oficina de aduanas keniata para sellar la salida, rellenamos un impreso y nos tomaron una foto digital y nuestras huellas digitales también. Luego subimos a la guagua que anduvo un trecho de un kilometro aproximadamente y llegamos a la frontera con Tanzania, bajamos todos e hicimos una fila. Como teníamos que tramitar visado, fuimos a otra oficina, pagamos 50 dolares americanos cada uno y nos pusieron un sello de entrada valida por 3 meses. Ignoramos a los hombres que cambian dinero en la frontera y menos mal porque había un letrero que decía prohibido hacer cambio de dinero. Nos miramos diciendo: ¡El tercer país!, Contentos subimos a la guagua mirándolo todo aunque para decir la verdad no vimos mayor diferencia entre un país y otro.Llegamos a Dar es Salaam, la capital de Tanzania a las 4 pm es decir que perdimos el ultimo ferry que salía a Zanzibar a las 3:30 pm. Una chica, Sue nunca supimos de que nacionalidad, pero hablaba swahili y por la forma de vestir era musulmana, nos dijo que ella también iba a Zanzibar y nos ofrecio compartir un taxi y buscar alojamiento juntos, también nos ofrecio que su hermana reservara los billetes de ferry para nosotros. Buscamos entre 3 hoteles el mejor precio, y nos parecían todos carísimos comparado con Kenya, 35000 chelines (unos 18€). Luego encontramos uno en Kariakoo que se llama Pearl con aire acondicionado, cama doble, y baño por 25000 chelines tanzanos.
El cambio en Tanzania: estábamos un poco liados ya que teniamos entendido que en muchos hoteles cobran a los extranjeros en dólares. Teníamos algunos dólares para los visados de Asia, por lo que decidimos sacar 50000 chelines (Unos 25€) mientras nos orientábamos y nos enterábamos de los precios y de como era la movida de la moneda), Le pagamos al taxista 2000 chelines (1€) aunque nos pedia 5000. Sue se quedo en el Pearl porque tenia aire acondicionado y debía darle de comer a su niña (una preciosidad de unos 2 años con unos ojos grandes y negros) y nos ofrecio que dejaramos las mochilas en su habitación mientras conseguíamos algo mas barato. Cruzando la calle había otro hotel, Manyangwe. El precio un pelin mas caro que en Kenya, 15000 chelines (unos 9€) con baño (que chorreaba agua por todas partes y no le funcionaban las cañerías porque el agua se quedaba allí a vivir para siempre), una cama doble (con un colchón que tenia mas años que matusalen) y ¡en un sexto piso! No encontramos otra cosa, y como teníamos hambre ya que solo llevábamos en el estomago unas galletas y agua, nos quedamos allí. Desde que estamos fuera es el peor hotel donde nos hemos quedado, pero por una noche no pasa nada. Comimos en el bar que estaba en la planta baja del hotel, no sabemos si era el hambre o que estábamos cansadísimos después de casi 24 hrs viajando pero estaba todo buenísimo: Comimos arroz con judías, mchicha (espinacas con especias) y estofado de una carne suavísima. Por 5000 chelines los dos (2,50€) y es por eso por lo que no sabemos ¡de que era la carne!, Un agua grande 1500 chelines (0,75€) y una coca cola 700 chelines (0,35€). Fuimos a dar una vuelta de reconocimiento ya que nos hemos dado cuenta de que todo lo que necesitamos (cajero, supermercado, ciber café) suele estar cerca, Encontramos un cyber por 1000 chelines una hora (0,50€) y llamamos a Sue para quedar con ella para coger el ferry. Revisamos los email y nos dimos una buena ducha, ya que estábamos llenísimos de tierra (casi igual de sucios que nuestras mochilas) con la mierda incrustada en la piel y hasta debajo de las uñas. ¡Ya pareciamos unos verdaderos mochileros!. El agua estaba fresquita asi que pusimos el mosquitero, nos tomamos nuestras pastillitas antimalaria y ¡a dormir se ha dicho!
Nos levantamos a las 09:00 am, dejamos nuestras mochilas en recepción y fuimos a cambiar los chelines de Kenya que nos quedaron y por si acaso, comprar algunos dólares. Cogimos un taxi por 4000 chelines (2€) hasta Azam Marine para comprar los billetes a Zanzibar (en clase turista 35 dolares por persona y trayecto). En la oficina había aire acondicionado y comida gratis asi que esperamos allí hasta la salida del ferry.
La segunda noche en Dar es Salaam, fue después de coger el ferry desde Stonetown (Zanzibar) con la intención de buscar Dar Express (una compañía de guaguas que según los comentarios de internet estaba bien de precios y las guaguas eran bastante comodas)para viajar a Moshi, nuestra siguiente parada. Llegamos a Dar a las 17:30 ya casi cayendo el sol, nos despedimos de Sonia y Alex que fueron a buscar el YMCA ya que regresaban a Malaga en 2 dias. Unos pasos mas adelante enseguida empezaron los taxistas a mentirnos hasta el punto de decirnos que las oficinas de Dar Express estaban cerradas y que era mejor irnos a un hotel que nos recomendaba el taxista (como si fueramos imbéciles).Mientras buscábamos un taxi que nos cobrara 2000 chelines(1€) que nos llevara para reservar la guagua de Dar a Moshi, íbamos preguntando sobretodo a mujeres y a gente que esta dentro de las tiendas, aprendimos la lección de no preguntarle a los hombres por la calle porque te persiguen para venderte algo o en el mejor de los casos te llevan a cambio de una “comisión”. Estabamos preguntando por una de aquellas calles cuando una chica dentro de un coche nos dijo que estábamos cerca de la oficina de Dar Express (que estaba a un kilometro aproximadamente de la estación de ferry de Azam Marine), pero como muchas de las calles no están señalizadas era un poco difícil situarse. Nos perdimos un poco y enseguida encontramos a otra mujer que le dijo a su chofer que nos llevara a la oficina de Dar Express (un hombre muy simpático que se llama Shila). Alli compramos los billetes (unos 28000 chelines cada uno que vienen a ser unos 14€). En la oficina de Dar Express, estaban una monja y otra mujer que, como era de noche, nos recomendaron que cogiéramos un taxi por 10000 chelines (5€) y fueramos a la Parroquia de ellas que estaba a una media hora de allí ya que hay un hostal, ellas no nos recomendaban quedarnos en Ubungo (la estación de guaguas de Dar) porque además de peligroso, hay 4 o 5 hoteles pero aparentemente eran muy caros.  En fin que como estábamos cansados, hambrientos y un poco agobiados decidimos seguir a la mujer que nos acompaño hasta la recepción. La gracia nos salio un poco cara, comparada con la primera noche en Dar: El taxi al hostal de la Parroquia 10000 chelines, la noche en el hostal 44000 chelines y el taxi del hostal a Ubungo 20000 chelines= 64000 chelines (32€) contra los 17000 (8,50€) de la primera noche por dormir en un hostal que estaba en el quinto pino, eso si había bastante seguridad y la habitación estaba impecable. De Dar no vimos nada, aparte de lo apreciado en el camino entre las estaciones y los hoteles y la vista que desde el ferry se veía bastante bonito un paseo marítimo y 2 torres que aparecen en los billetes de 10000 chelines.Teníamos bastante claro que la estancia alli era mas bien para conectar hacia-desde Zanzibar.  Pero lo suficiente para darnos cuenta que desde aquellos años de principios del siglo 19 hasta ahora, del pequeño pueblo de pescadores que fue Dar es Salaam cuando lo fundaron, prácticamente quedaba muy poco, salvo la vista de los dhow que imaginamos en aquellos años también debieron surcar esas aguas. Sin embargo hoy es la ciudad  mas grande de Tanzania y uno de los puertos mas importantes de Africa Oriental. Aunque nosotros no viéramos mucho de interés aparte del trafico y calles polvorientas, suponemos que la ciudad tendría puntos de interés (los americanos con los que compartimos el dhow en Lamu nos dijeron que encontraron los mercadillos de especias de la ciudad bastante encantadores)
 

Zanzibar: 6 noches del 27 al 2 de octubre de 2012 

El cielo estaba encapotado, cayeron unas gotitas y había mucha gente pero el ferry era bastante comodo y moderno. Llegamos en una hora y media a Stonetown, la capital de la isla. Despues de recoger nuestras mochilas pasamos por un control de aduanas y como ya teníamos el visado fue bastante rápido. Justo al lado de la estación de ferry hay un bar restaurante, se llama Mercury’s Bar (en honor a Freddy Mercury, el cantante de Queen que nacio en Zanzibar) Tenia wifi gratis asi quepedimos algo de beber y nos turnamos para buscar alojamiento. Ya sabíamos que te siguen unos pesados para “ayudarte” a buscar alojamiento a cambio de una comisión. Como la mayoría de los turistas no hablan kiswahili, negocian con el recepcionista para ellos llevarse su tajada. Son bastante insistentes, es muy difícil quitárselos de encima y aunque te canses de decirles que no te interesa y los ignores, te persiguen por todas partes.Quitárselos de encima puede suponer un ahorro de entre 5 y 10 dolares por noche. El tema de la moneda en Zanzibar es bastante importante, como en toda Tanzania la oficial es el chelín tanzano, que viene a ser al cambio de septiembre de 2012, unos 2000 chelines por euro. Pues resulta ser que en en los hoteles de Zanzibar te cobran en dólares, con el cuento de impuestos que tienen que pagar. Asi que es mejor cambiar algunos euros en dólares (para el hotel) y en shilings (chelines) para las demás gastos, porque si quieres pagar en dólares lo ponen al cambio que a ellos les parece, otra cosa a tomar en cuenta es que al finalizar el viaje es mejor gastar todos los chelines tanzanos ya que luego no te los cambian en otro pais. Stonetown, la capital de Zanzibar nos recordó un poco a Lamu, con cientos de laberínticas calles peatonales llenas de tiendas, es muy bonito. Hay un par de bancos y bastantes casas de cambio (pero en estas ultimas el cambio es mejor) Despues de varias vueltas, encontramos un hotelito sencillo que se llamaba Malindi Lodge por 35000 chelines (18€). Dando vueltas por la ciudad conocimos a 2 inglesas, Emily y Annie, que estuvieron en Malawi unas 6 semanas y se tardaron unos 3 dias en tren, matatus y ferry para llegar a Zanzibar atravesando prácticamente toda Tanzania. Nos recomendaron un mercado nocturno de comida donde puedes encontrar prácticamente de todo lo que te puede ofrecer el mar en un pincho: pescado, tiburón, atun, calamares, pulpo, langosta y también otras cosas como samosas, chawarma, falafel, kebab y la pizza de Zanzibar (que no tiene nada que ver con la pizza italiana). Los precios vienen a estar entre 3000 chelines (1,50€) y 8000 chelines (4€) por pieza, depende si es pescado o langosta. Esta bastante bien, es original pero es un sitio para mzungus (blanquitos).
Al dia siguiente quedamos a las 09:00 am con Emily y Annie para coger una excursión a Prison Island, una isla que tiene unas tortugas de tierra gigantes. La isla tiene un restaurante, un pequeño hotel y servicios. La playa es impresionante, de un azul intenso. Fotos y mas fotos. Dondequiera que miramos parece haber una foto digna de un folleto vacacional. Hay que pagar en recepción 4 dolares para entrar y el barco (cuyo trayecto es de unos veinte minutos) costó para los 4, unos 50000 chelines (25€) Normalmente la excursión suele durar hasta las 4 pm y se puede hacer snorkel pero como las chicas tenían que coger el ferry y nosotros queríamos coger el dala dala a Jambiani (al este de Zanzibar) a las 12 ya estábamos en Stonetown. Recogimos las mochilas que dejamos en recepción y fuimos a la estación de dala dalas que van al este. Caminar con mochilas o maletas en Stonetown, es vamos a llamarlo, como sangrar en un mar de tiburones, te siguen con la intención de “ayudarte” aunque les digas que no, son agresivos y peleones. No nos llevamos una buena impresión de la gente de Stonetown, la ayuda que te ofrecen tiene precio, todos quieren sacar tajada porque piensan que todos los mzungus son ricos, se cabronean entre si y son mentirosos y trapichosos. Y si no consiguen lo que quieren, intentaran robarte. Asi que cuidado con tus pertenencias, no se puede dejar nada de valor en la habitación.A nosotros no nos robaron, pero no fue por no intentarlo precisamente.
Cogimos un dala dala por 3000 chelines cada uno (1,50€) después de un rato acalorado de negociar precios. Una hora mas tarde llegamos a una playa inmensa con kilómetros de cocoteros y varios hoteles a lo largo. Las casas de los locales están unos metros mas atrás, están hechas de coral blanco y techos de hojas de palmera seca y son bastante humildes, pero le confieren al pueblo bastante caracter. No hay carreteras asfaltadas, todo el pueblo es arena. Nosotros pagamos 3 noches en el primer hotel construido en Jambiani hace unos 30 años por 144000 chelines (a razón de 24€ la noche). Vistas al océano indico, acceso directo a la playa y un porche donde pasamos las tardes. Mas tarde, conocimos a una escocesa, un francés y un americano que nos recomendaron un chiringuito en la playa que tenia buena comida y barata, aunque las raciones eran un poco pequeñas, comimos calamares y pulpo con arroz por 6000 chelines cada uno (3€).
En Jambiani no hicimos NADA… ¡que bien, necesitábamos unos días de nada después de tantos kilómetros! El segundo dia fuimos a comer a casa de Hassan, un hombre que tiene un letrero en la playa que reza algo asi como “vas a comer hasta que digas: Hassan no me mates con comida” Nos hizo gracia el cartel asi que fuimos a ver si Hassan nos asesinaba con comida. Comimos dentro de su casa y nos conto algunas cosas de Jambiani, como por ejemplo que los dala dala pasan cada hora y que todos los pueblos con excepcion de Stonetown se turnan un par de horas a la semana sin electricidad. A nosotros nos toco el apagon acabando de cenar (comimos un pescado blanco local que se llama chunguu con una salsa de coco curry y otra con salsa masala con muchas especias y arroz por 16000 chelines los 2 -8€- estaba buenísimo y la verdad era bastante comida). Nos fuimos al hotel, con el corazón contento (por aquello de: barriguita llena…) caminando por la playa. En el cielo había una luna llena inmensa, que brillaba en la blanquísima arena como trocitos de cristales.La noche estaba espectacular, nos sentamos en el porche de nuestro bungalow a coger el fresco, y al ratito volvió la luz, sin embargo nosotros la dejamos apagada porque se estaba tan bien con el sonido de la brisa marina moviendo las hojas de los cocoteros…
La segunda noche llovio mucho y aprovechamos para decidir si merecia la pena ir a Aroa, la playa mas popular de la isla. En cambio decidimos ir a Nongwei (al norte) y asi ver distintas zonas de Zanzíbar. Pensamos que al despertar, la playa estaría sucia por el diluvio que cayo, pero nos llevamos una gran sorpresa, el dia estaba absolutamente despejado y sin una nube, por allí no había rastro del palo de agua…  nos fuimos a caminar por la playa, había bajamar y la gente volvia de mar adentro aprovechando la marea baja para recoger las algas marinas que luego extendían en frente de sus casas para que se secaran al sol. Todo el pueblo olia a esas algas. Estuvimos un rato tratando de descubrir para que recogían esas algas y resulta ser que es ¡para las ensaladas de los chinos! Caminamos unos 200 metros en el terreno que cada doce horas le pertenece al mar y el agua por las rodillas… cuando nos llegaba el agua por la cintura aprovechamos para darnos un chapuzon en unas aguas de un color azul turquesa intenso… daba la impresión que estábamos en una de esas infinity pool tan de moda en los hoteles mas modernos.
Jambiani fue un bálsamo regenerador, cargamos las pilas para irnos al norte de Zanzibar. Cogimos un dala dala que pasa cada hora (el precio son 2000 chelines por persona pero nos cobraron 3000 chelines por cada uno y como no nos íbamos a pelear por un euro, lo dejamos asi). Llegamos a mediodía a Stonetown y en el caos de la estacion de dala dala y después de evitar a los “ayudadores” espontaneos encontramos el dala dala numero 116 con destino nungwi, por otros 6000 chelines. Llegamos alrededor de las 3 de la tarde porque el dala dala de Jambiani a Stonetown se quedo averiado en el medio de la carretera.Cogimos otro dala dala y una media hora mas tarde pisariamos Nungwi con la idea de buscar un restaurante, almorzar y luego buscar alojamiento con tranquilidad. Pero como enseguida nos empezaron a agobiar los espontaneos de siempre, empezamos a caminar en dirección a la playa. Andamos unos 20 minutos con las mochilas a bordo… con 30 grados, el solajero de mediodía y hambre, un par de kilómetros se hacen interminables. Divisamos una mzungu con 2 niños morenos, era inglesa, se llama Susie y lleva 9 años viviendo en Zanzibar, esta casada con un tanzano y tiene 3 niños. Nos ayudo a encontrar un alojamiento económico (entre hoteles de 170 dolares la noche, por el precio que encontramos y a veinte metros de la hermosísima playa de Nungwi, es toda una hazaña) reservamos 3 noches por 40000 chelines cada una, desayuno incluido (20€). En Nungwi te ofrecen excursiones de snorkel y hay unos fondos increíbles para bucear con diversos corales, peces tropicales y tortugas. Hay unos cuantos clubes de buceo aunque los precios son un poco caros (entre 90 dolares y 120 diarios por 2 inmersiones). En el desayuno conocimos a Sonia y Alejandro de Malaga y como ellos también trajeron sus gafas y tubos, nos fuimos los 4 a aprovechar la marea baja y nadar un poco. Vimos algunos peces y nos sorprendieron unos peces payasos que tenían crias y se nos tiraban, nos hizo mucha gracia el brio de los pequeños, sin embargo salimos pronto del agua porque habia bastantes medusas.Nos pasamos todo ese dia con ellos, nos reimos un monton y nos contaron algunas de las historias de sus viajes por el mundo. Son gente estupenda y divertida.
En Nungwi, detrás de los hoteles hay un poblado swahili con bastantes tiendas de souvenir y un par de supermercados, la zona es mas turística pero mas pequeña que Jambiani. Hay un acuario natural donde se puede uno bañar con las tortugas pero nadar en un charco por 9 dolares cada uno nos parecio un timo. Tambien hay un par de supermercados, un cyber café y algún que otro restaurante. Nosotros comimos cada dia en un pequeño restaurante local que estaba a buen precio; Las raciones, de nuevo pequeñas. Por la tarde los locales suelen jugar al futbol en partidos de veinte contra veinte y aun asi ¡meten goles!.
Zanzibar deja en nuestra mente (y en nuestra camara) imagenes que precen sacadas de un folleto de vacaciones... donde quiera que miramos hay una postal. Un mar de intenso azul que no puedes resistirte a mirar una y otra vez y uno de los atardeceres mas hermosos que nuestras pupilas han visto jamas.




1 comentario:

  1. Hola chicos, maravillosa entrada. Os leo algo tarde pero si recordarfais los nombres de los sitios donde os alojasteis en Zanzíbar me ayudaríais mucho con mi vpróximo viaje.

    Gracias

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